Mientras Murder Sans junto al fantasma de Papyrus escuchan un llanto y es de la llorona.
El fantasma de Papyrus asustado dice.
Papyrus: Sans, es... La llorona... Está llorando...
Murder Sans: Papyrus, de verdad vas a creerte una historia patética de una muchacha que ahogó a unos niños solo para que se volviera un fantasma errante. La llorona es solo para buscar recompensas. No tienes por que preocuparte por algo que jamás pasará
Papyrus, temblando un poco, mira a Murder Sans con ojos grandes y asustados.
Papyrus: Pero, Sans, ¡la leyenda dice que si la escuchas llorar, es porque está buscando a sus hijos! ¿Y si nos encuentra a nosotros? ¡No quiero ser parte de su historia trágica!
Murder Sans, con su habitual desdén, se cruza de brazos y suelta una risa burlona.
Murder Sans: Vamos, Papyrus. No hay nada que temer. Si la llorona se acerca, solo le diré que no tengo hijos que ahogar. Además, ¿quién se atrevería a asustar a un esqueleto como yo?
Papyrus: Pero... ¿y si es diferente? ¿Y si realmente está sufriendo? No puedo ignorar su dolor, Sans.
Murder Sans: (suspira) Está bien, está bien. Si te hace sentir mejor, podemos acercarnos y ver qué pasa. Pero si resulta ser solo un truco, no digas que no te lo advertí.
Papyrus asiente, un poco más tranquilo, y juntos se acercan al sonido del llanto. A medida que se acercan, la atmósfera se vuelve más pesada, y el llanto se intensifica.
Papyrus: (susurrando) ¿Y si realmente es ella? ¿Qué haremos?
Murder Sans: (con una sonrisa torcida) Si es la llorona, le diré que no tengo tiempo para sus dramas. Pero si es un fantasma, tal vez podamos hacer un trato.
Papyrus: (nervioso) ¿Un trato? ¿Con un fantasma?
Murder Sans: (encogiéndose de hombros) ¿Por qué no? A veces, los fantasmas solo quieren ser escuchados.
Finalmente, llegan a un claro donde la figura de la llorona se dibuja entre la niebla. Sus ojos, llenos de tristeza, se encuentran con los de los dos esqueletos.
Llorona: (sollozando) ¿Por qué me abandonaron?
Papyrus: (dando un paso adelante) ¡Espera! No estamos aquí para hacerte daño.
Murder Sans: (con una sonrisa burlona) Solo estamos aquí para ver si tu llanto es tan dramático como dicen.
La llorona, sorprendida por la audacia de Murder Sans, deja de llorar por un momento, mirándolos con curiosidad.
Llorona: ¿No temen a mi historia?
Papyrus: (con empatía) No, queremos entender. Todos tenemos historias tristes.
Murder Sans: (con un guiño) Y a veces, solo necesitas un par de esqueletos para escuchar.
La llorona, aún con tristeza en su mirada, parece contemplar sus palabras. Quizás, solo quizás, no todos los encuentros con fantasmas tienen que ser aterradores.