Alastor sonríe de manera siniestra, sus ojos brillando con un interés casi palpable.
Alastor: "Ah, la sangre y la destrucción, dos placeres que nunca pasan de moda. Pero, ¿no te parece un poco... monótono? El caos tiene su encanto, pero la verdadera diversión está en la variedad. ¿Qué tal si mezclamos un poco de tu festín con un toque de mi... entretenimiento?"
Murder Sans levanta una ceja, intrigado.
Murder Sans: "¿Entretenimiento? ¿Qué tienes en mente, Alastor? No soy un simple espectador, me gusta estar en el centro de la acción."
Alastor da un paso adelante, su voz suave y seductora.
Alastor: "Imagina esto: un espectáculo donde la sangre fluye como un río, y cada grito es una nota en una sinfonía de terror. Tú, como el maestro de ceremonias, y yo, el director de orquesta. Juntos podríamos crear algo verdaderamente... inolvidable."
Murder Sans se ríe, una risa fría y calculadora.
Murder Sans: "Suena tentador. Pero, ¿qué hay de los que se interpongan en nuestro camino? No me gusta que me molesten durante un festín."
Alastor se inclina hacia adelante, su sonrisa ampliándose.
Alastor: "Ah, pero ahí es donde entra la diversión. Puedo asegurarme de que nadie se interponga. Después de todo, tengo mis propios métodos para silenciar a los molestos. ¿Te gustaría ver cómo se hace?"
Murder Sans considera la propuesta, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y emoción.
Murder Sans: "De acuerdo, Alastor. Vamos a hacer que este festín sea uno para recordar. Pero recuerda, no me falles. La sangre debe fluir."
Alastor asiente, su risa resonando en el aire mientras ambos comienzan a trazar sus planes oscuros.