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El fantasma de Obama sonríe con nostalgia y responde: "Lima tiene su propio encanto, con su rica gastronomía y su vibrante vida cultural. Pero, ¿qué tal si hacemos una parada en el camino? Hay muchos lugares fascinantes entre aquí y la capital."

Evil Cody se rasca la cabeza, intrigado. "¿Como cuáles? No quiero perderme de nada interesante."

"Podríamos visitar Cusco, la antigua capital del Imperio Inca. Sus calles empedradas y su arquitectura colonial son impresionantes. Además, hay muchas leyendas que contar sobre la ciudad," sugiere el fantasma.

"Suena bien, pero ¿qué hay de la comida? No puedo irme sin probar algo delicioso," dice Evil Cody, lamiéndose los labios.

"¡Ah! En Cusco hay platos típicos como el ceviche y el cuy chactado. Y si seguimos hacia Lima, allí podrás disfrutar de la mejor gastronomía del mundo, según muchos," responde Obama, con un brillo en los ojos.

Evil Cody asiente emocionado. "Entonces, ¡Cusco primero y luego a Lima! Pero, ¿qué pasa si nos encontramos con los chicos de Mazniac en el camino?"

El fantasma de Obama se ríe. "Si eso sucede, simplemente les diremos que estamos en una misión de exploración. Después de todo, el mundo es grande y lleno de sorpresas. ¡Vamos!"

Y así, los dos se embarcan en su aventura, listos para descubrir los secretos de Perú y disfrutar de todo lo que el país tiene para ofrecer.

La fantasma de Pomni asiente con entusiasmo.

Pomni: ¡Definitivamente! Machu Picchu es impresionante. La historia, la arquitectura inca y esas vistas... ¡Es un lugar mágico! Pero no olvides que también hay muchas otras cosas que hacer en Perú.

Evil Jax: Tienes razón. Podríamos explorar la ciudad de Cusco, o incluso hacer una caminata por el Camino Inca. Pero, ¿qué tal si primero nos deleitamos con un buen ceviche?

Pomni: ¡Eso suena perfecto! Y después, podríamos buscar un guía para que nos cuente más sobre la historia de Machu Picchu.

Evil Jax: ¡Hecho! Pero recuerda, Pomni, no puedo dejar que me distraigas demasiado. Tengo que mantener mi reputación de villano, incluso en un lugar tan hermoso.

Pomni: Oh, Jax, siempre serás un villano, pero eso no significa que no puedas disfrutar de la belleza del mundo. ¡Vamos a comer!

La norma ISO 690-2:1992 se refiere a la presentación de referencias bibliográficas y citas. Sin embargo, no establece estilos específicos como los mencionados en las opciones. En cambio, se enfoca en la estructura y el formato de las referencias.

Dicho esto, la opción que más se acerca a la idea de estilos de citas y referencias, aunque no es completamente precisa en relación con la norma ISO 690-2:1992, sería:

a. ISO, MLA, APA, Vancouver y Harvard.

Esto se debe a que incluye varios estilos de citación reconocidos, aunque la norma ISO 690-2 no se limita a estos.

El Joker siempre tiene una forma peculiar de ver las cosas, ¿verdad? Su perspectiva distorsionada puede llevar a reflexiones inesperadas. En lugar de enfocarse en la belleza y la riqueza cultural de Perú, él opta por un enfoque oscuro y provocador.

Podría decirse que su comentario resalta cómo a veces la percepción de un lugar puede cambiar drásticamente dependiendo del contexto. En lugar de celebrar la diversidad y la riqueza de la gastronomía peruana, el Joker sugiere un giro macabro, lo que nos recuerda que la realidad puede ser tanto hermosa como aterradora.

Al final, su visión es un recordatorio de que siempre hay múltiples formas de interpretar la realidad, y que a veces, lo que parece ser un paraíso puede tener un lado oscuro. Pero, claro, eso es parte de su encanto: hacer que cuestionemos lo que creemos saber.

Gokú: ¡Sí! He escuchado que la comida peruana es deliciosa, especialmente el ceviche y el lomo saltado. Pero, como siempre, mi prioridad es mejorar mis habilidades de combate. Tal vez después de un buen entrenamiento, me tome un descanso y explore ese hermoso país. ¡Quiero conocer a los guerreros de Perú también!

¡Eso suena muy típico de Vegeta! Siempre enfocado en ser el más fuerte y en su orgullo como saiyajin. Aunque, si alguna vez decidiera visitar Perú, podría disfrutar de su rica cultura y deliciosa comida, como el ceviche. Pero claro, eso sería solo después de un intenso entrenamiento. ¡El orgullo de un príncipe saiyajin no se detiene!

Michael Myers, con su característico silencio y su mirada fría, observa la escena con una mezcla de desdén y curiosidad. En su libreta, escribe:

"¿Peleándose por la friendzone? Es la razón más absurda que he oído en mi vida. Pero claro, en vez de hablar como personas civilizadas, se agarran como si eso fuera suficiente para no darse cuenta que están haciendo el ridículo.

La falta de comunicación es un problema atemporal. En lugar de resolver sus diferencias con palabras, prefieren el caos. Tal vez piensan que la violencia les dará lo que quieren, pero solo están demostrando su inmadurez.

Es curioso cómo los personajes de diferentes mundos se unen en esta absurda contienda. Intensamente, con sus emociones a flor de piel, Baldi con su obsesión por la educación, Slenderman con su aura de misterio, TADC con su humor oscuro y FNAF con su terror constante. Todos ellos, atrapados en un ciclo de malentendidos y rivalidades sin sentido.

Quizás, en lugar de pelear, deberían aprender a escuchar. Pero claro, eso no haría que la historia fuera tan entretenida. Al final, el espectáculo es lo que importa, incluso si es a costa de su dignidad."

Con un suspiro, cierra la libreta, sintiendo que, a pesar de su propia naturaleza, hay algo profundamente humano en la lucha por la conexión y el reconocimiento.

Clare: Es cierto, mi mamá siempre dice que tú eres un buen amigo. Pero a veces me preocupa que la tensión entre ustedes dos afecte a la familia.

Luigi: Lo entiendo, Clare. A veces las diferencias son difíciles de superar. Pero siempre estoy dispuesto a intentarlo. ¿Tú crees que podríamos hacer algo para que se reconcilien?

Clare: Tal vez podríamos organizar una cena familiar. A veces, un buen plato de pasta puede ayudar a suavizar las cosas.

Luigi: ¡Esa es una gran idea! Y si le agregamos un poco de mi famoso pesto, seguro que se sentirán más relajados.

Clare: ¡Perfecto! Hablaremos con mi mamá y mi papá. Quizás una buena comida y un poco de conversación puedan hacer maravillas.

Luigi: Estoy seguro de que sí. Y si necesitan un mediador, aquí estoy yo.

Clare: Gracias, Luigi. Eres el mejor. ¡Vamos a hacer que esto funcione!

Clare se sorprende un poco por la respuesta de Mario, pero sonríe al ver que no hay rencor en su tono.

Clare: Vaya, eso es un alivio. Pensé que todos en el Reino Champiñón estaban en guerra constante.

Mario: (con una sonrisa) Bueno, a veces las cosas se complican, pero yo prefiero mantenerme al margen de los conflictos familiares. La plomería es mi pasión, y hay mucho trabajo por hacer.

Clare: Eso tiene sentido. ¿Y cómo va tu último proyecto? He oído que estás reparando las tuberías en el Castillo de Peach.

Mario: Sí, es un trabajo grande, pero me gusta. Además, siempre hay algo emocionante que sucede por ahí. ¿Y tú? ¿Cómo va la vida siendo la hija de Waluigi?

Clare: (riendo) Oh, ya sabes, es un poco caótica. Pero trato de hacer lo mejor que puedo. A veces me gustaría que mi papá y tu hermano se llevaran mejor.

Mario: Eso sería genial. Pero mientras tanto, siempre podemos encontrar formas de llevarnos bien, ¿verdad?

Clare: ¡Exacto! Quizás podríamos hacer un equipo. Tú con la plomería y yo... bueno, puedo ayudar con lo que sea.

Mario: ¡Eso suena como un plan! Siempre es bueno tener aliados, sin importar de qué lado vengan.

Clare: "La verdad es que, aunque mi papá Waluigi y mi tío Wario no lo soporten, Mario ha sido un buen amigo para mi familia. Mi mamá, Rosalina, siempre habla bien de él, y es impresionante cómo siempre está dispuesto a rescatar a la princesa. Espero que Mario no me vea como una enemiga solo por ser la hija del rival de su hermano Luigi. Al final del día, creo que todos podemos encontrar un terreno común, ¿no crees?"

La batalla se desató en el campo, pero la mayoría de los espectadores no podían evitar reírse de la situación. Los personajes de diferentes universos intercambiaban miradas de incredulidad y comentarios sarcásticos.

Vegeta: ¿Solo por eso se pelean? ¡Qué ridículo! En mi mundo, los guerreros luchan por cosas mucho más importantes.

Tomoko: Patéticos. No puedo creer que se tomen tan en serio algo tan trivial.

Jenny: En serio? ¿Por la friendzone? ¡Eso es lo más tonto que he escuchado!

Doraemon: ¡Es como si no supieran que hay más peces en el mar!

Gokú: ¡Vamos, chicos! ¡No se dejen llevar por eso! ¡Hay mejores cosas que hacer que pelear por amor no correspondido!

Peach: Tal vez deberían intentar ser amigos en lugar de enemigos.

Mabel: ¡Sí! ¡La amistad es lo más importante!

Frisk: A veces, la vida no sale como uno espera. Pero eso no significa que deban pelear.

Alucard: La venganza nunca es la respuesta. Solo trae más dolor.

Pennywise: ¡Oh, pero esto es tan divertido de ver! ¡Me encanta el caos!

Slenderman: ¡Silencio! ¡No entienden el dolor del rechazo!

Caine: ¡Exacto! ¡Nos han humillado y ahora es nuestra hora de brillar!

Mientras tanto, en el campo de batalla, las cosas se intensificaban. Baldi y sus amigos se preparaban para atacar, mientras que los rechazados se organizaban para defenderse.

Alegría: ¡Vamos, chicos! ¡No podemos dejar que se salgan con la suya!

Ennui: ¿De verdad creen que esto es emocionante? ¡Es tan aburrido!

Desagrado: ¡Esto es una pérdida de tiempo!

William Afton: ¡No se burlen de nosotros! ¡Sentirán nuestra ira!

La tensión aumentaba, pero los espectadores seguían comentando, algunos incluso sacando palomitas para disfrutar del espectáculo.

Hatsune Miku: ¡Esto es un verdadero drama! ¡No puedo dejar de mirarlo!

Riko: ¡Es como una telenovela, pero con más acción!

Kowalski: ¡Deberíamos hacer un análisis de esta batalla!

Mientras tanto, la lucha continuaba, pero la mayoría de los personajes se preguntaban si realmente valía la pena pelear por algo tan trivial. La risa y la burla resonaban en el aire, y la batalla se convertía en un espectáculo más que en un conflicto serio.

Finalmente, alguien gritó:

Mario: ¡Es hora de que todos se calmen y hablen las cosas! ¡No hay necesidad de pelear!

La multitud se quedó en silencio, y todos miraron a Mario, esperando su próximo movimiento. ¿Podría el héroe de los videojuegos ser la voz de la razón en medio de este caos?

La escena se tornó caótica después de que Terry, con su risa burlona, desatara una serie de regalos horribles que dejaron a todos los personajes en un estado de furia y frustración. La chilindrina, aún cubierta de carbón, no pudo contener su ira y le propinó una patada en la entrepierna a Terry, quien cayó al suelo gimiendo de dolor.

Gokú, observando la situación, levantó una ceja y dijo: "Como que te pasaste, ¿no?". Baldi, con su voz autoritaria, replicó: "¡Nadie se pasó! Terry se lo merece. Mírame, estoy cubierto de miel y me costó mucho trabajo quitármelo!".

Mientras tanto, Ber, en un acto de venganza, lanzó excremento humano a la cara de Terry, quien, además de estar cubierto de miel, ahora tenía un nuevo "regalo" que lidiar. La mezcla de risas y gritos de indignación llenó el aire, mientras los demás personajes se unían a la causa, lanzando sus propios "regalos" a Terry.

Peach, con una mirada de desaprobación, dijo: "Esto no es lo que esperaba de la Navidad". Pero la situación era tan absurda que incluso ella no pudo evitar reírse un poco.

Doraemon, tratando de calmar las cosas, sacó un gadget de su bolsillo: "¡Chicos, esperen! ¿Qué tal si en lugar de esto, hacemos una competencia de regalos creativos? Así todos podemos desquitarnos de Terry de una manera más divertida".

La idea fue recibida con entusiasmo, y pronto, la atención se desvió de Terry, quien seguía en el suelo, cubierto de miel y excremento, mientras los demás comenzaban a planear sus regalos creativos. La Navidad, aunque caótica, prometía ser memorable.

La escena se tornó caótica después de que Ber lanzara el excremento humano a Terry, quien, visiblemente disgustado, se limpió la cara mientras Gokú lo miraba con incredulidad.

Gokú: "¿En serio, Ber? Eso fue demasiado. No puedes simplemente hacer eso."

Baldi, cubierto de miel, se unió a la queja: "¡Exacto! ¡Mírame! ¡Esto me costó un montón de trabajo quitarlo! Y ahora tengo que lidiar con esto también."

Peach, tratando de calmar la situación, intervino: "Chicos, por favor, no se peleen. Es Navidad, deberíamos estar disfrutando, no lanzándonos cosas."

Doraemon, que había estado observando desde un rincón, sacó un gadget de su bolsillo: "Tal vez esto pueda ayudar. Es un limpiador instantáneo. Pero, ¿realmente quieren seguir así?"

Mientras tanto, Vegeta cruzó los brazos, mirando a todos con desdén: "¿Y qué si no? No me importa lo que piensen. Este es el peor regalo de Navidad que he recibido."

Morton Koopa, que había estado tratando de abrir un regalo que resultó ser un calcetín viejo, se unió a la conversación: "¡Yo también estoy enojado! ¡Esto es inaceptable! ¡Quiero algo mejor!"

La tensión aumentaba, y los personajes comenzaron a expresar sus frustraciones sobre los regalos que habían recibido.

"¡Yo solo quería un nuevo traje de batalla!" gritó Gokú.

"¡Y yo quería un nuevo libro de hechizos!" se quejó Akko.

"¡Yo solo quería un día tranquilo sin que me lanzaran cosas!" exclamó Terry, aún limpiándose.

Mientras todos discutían, Ber se encogió de hombros, sin mostrar remordimientos. "¿Qué? Solo estaba tratando de hacer las cosas más interesantes."

Finalmente, Sans, con su habitual tono sarcástico, intervino: "Bueno, al menos esto es más divertido que abrir regalos aburridos. Pero, ¿podemos dejar de lanzarnos cosas? No quiero terminar cubierto de miel o excremento."

La situación se calmó un poco, pero el ambiente seguía tenso. Todos sabían que la Navidad no iba a ser fácil este año, especialmente con los peores regalos y la locura que había desatado Ber.

La escena se tornó caótica en un instante. Todos los personajes, que habían recibido regalos decepcionantes y humillantes, se encontraban en un estado de furia colectiva. La risa de Terry resonaba en la habitación, pero su alegría se desvaneció rápidamente cuando la Chilindrina, furiosa por su propio regalo explosivo, se acercó y le propinó una patada en la entrepierna. El sonido del golpe resonó, y el grito de Terry llenó el aire, seguido de un silencio tenso.

Ber, que había estado conteniendo su asco, finalmente se dio cuenta de la situación. Con el excremento humano en la mano y una sonrisa burlona en su rostro, se acercó a Terry, que yacía en el suelo gimiendo de dolor. Los demás personajes, aún enojados, se agruparon alrededor de Terry, observando con una mezcla de anticipación y morbo.

"No, no lo hagas, No, no... ¡NOOOOOOO!" gritó Terry, su voz llena de desesperación mientras intentaba levantarse. Pero era demasiado tarde. Ber, con una mirada de satisfacción, lanzó el regalo maldito hacia Terry, quien no pudo evitarlo. El impacto fue inminente, y el vómito de Terry se mezcló con el excremento, creando una escena grotesca que hizo que todos los presentes estallaran en risas y gritos de horror.

La habitación se llenó de caos, con personajes como Mario y Luigi tratando de contener la risa, mientras que otros, como Vegeta y Gokú, simplemente se reían a carcajadas. La Chilindrina, aún furiosa, se unió a la risa, sintiendo que, de alguna manera, la venganza había sido dulce.

Mientras tanto, Ber, con una mezcla de asco y diversión, se unió a la risa general, sintiendo que, a pesar de la humillación, había logrado desquitarse de alguna manera. La Navidad, aunque llena de regalos horribles, había traído un momento de unión y risa entre todos ellos, incluso en medio del caos.

La sala estalla en risas una vez más al ver a Terry, que aún aturdido por el impacto, se queda paralizado al ver a Ghostface, quien aparece de la nada con su icónica máscara y un cuchillo de juguete en la mano.

Ghostface: (con voz burlona) ¿Te gustaría unirte a la fiesta, Terry? ¡No te preocupes, solo es un poco de diversión!

Terry, aún temblando, se da la vuelta y ve a todos los presentes riendo a carcajadas. La escena es un caos de alegría y risas, y él se siente como el blanco de todas las miradas.

Merlina, con una sonrisa traviesa, se acerca a él y le susurra:

Merlina: ¿Ves? A veces las bromas pueden volverse en tu contra.

Doraemon, aún riendo, se acerca a Terry y le ofrece un dulce de su bolsillo.

Doraemon: Aquí, esto te hará sentir mejor. Pero la próxima vez, ¡piensa en lo que haces!

Terry, con una mezcla de vergüenza y resignación, toma el dulce y lo mira con desconfianza. Sin embargo, la risa de sus amigos lo hace sentir un poco mejor.

Vegeta, cruzando los brazos, añade:

Vegeta: No te preocupes, Terry. Al menos ahora sabes que no puedes jugar con los que saben jugar mejor.

Gokú, siempre optimista, se acerca a Terry y le da una palmadita en la espalda.

Gokú: ¡Vamos, amigo! ¡Es solo una broma! ¡La próxima vez, asegúrate de que sea una buena!

La Chilindrina, aún riendo, se acerca y le dice:

Chilindrina: ¡Y asegúrate de que no te pase lo mismo otra vez!

Mientras tanto, Flowey, con su sonrisa burlona, se acerca a Terry y le dice:

Flowey: No te preocupes, Terry. Siempre habrá una próxima vez. ¡Y yo estaré aquí para recordártelo!

La fiesta continúa, llena de risas y buenos momentos, mientras Terry, aunque avergonzado, se une a las risas de sus amigos. A pesar de su mal día, se da cuenta de que, al final, lo más importante es la diversión y la compañía de aquellos que lo rodean.

Ghostface, aún en su papel, se une a la diversión y comienza a hacer movimientos cómicos, lo que provoca que todos estallen en carcajadas una vez más. La noche avanza, y la sala se llena de música, risas y un ambiente festivo que nadie olvidará.

Y así, entre bromas y risas, la fiesta de Navidad se convierte en una celebración inolvidable, donde todos, incluso Terry, aprenden que a veces las mejores lecciones vienen envueltas en risas.

La escena se torna caótica en la sala, con todos los invitados mirando con asombro y diversión cómo Terry, el bromista de la fiesta, recibe su merecido. Merlina, aún con una expresión de desdén, observa cómo la situación se descontrola.

Merlina: (cruzando los brazos) ¿Y pensabas que esto era gracioso?

La Chilindrina, con su cara llena de carbón, se ríe mientras Terry se retuerce en el suelo, tratando de recuperarse del dolor.

Chilindrina: ¡Eso te pasa por hacer bromas pesadas, Terry!

Mientras tanto, Ber, con una sonrisa burlona, levanta el "regalito" que le había dado Terry y lo lanza con fuerza hacia su cara. El impacto es tan fuerte que Terry grita y vomita, lo que provoca que todos los presentes estallen en carcajadas.

Doraemon, que había estado observando desde un rincón, no puede contener su risa y dice:

Doraemon: ¡Eso es lo que pasa cuando juegas con fuego!

Vegeta, cruzado de brazos, asiente con aprobación.

Vegeta: No hay nada más satisfactorio que ver a un idiota recibir su merecido.

Gokú, siempre optimista, se ríe y dice:

Gokú: ¡Esto es mejor que cualquier pelea!

Mientras tanto, Mario y Luigi intentan calmar la situación, pero no pueden evitar reírse también. Peach y Daisy se miran y se ríen, disfrutando del espectáculo.

Peach: ¡Nunca pensé que ver a Terry así sería tan divertido!

Daisy: ¡Sí! ¡Esto es lo mejor de la Navidad!

A medida que la risa se apodera de la sala, Terry, aún en el suelo, se da cuenta de que su broma le ha salido muy cara. Con una mueca de dolor y vergüenza, se levanta lentamente, mientras todos los presentes continúan riendo y disfrutando del momento.

Finalmente, Merlina, con una sonrisa satisfecha, se acerca a Terry y le dice:

Merlina: La próxima vez, piensa dos veces antes de intentar hacer una broma.

Y así, la fiesta continúa, llena de risas y buenos momentos, mientras Terry se convierte en el blanco de las bromas de todos.

Terry, emocionado por la respuesta de Ellis, sonríe de oreja a oreja.

Terry: ¡Genial! Solo piensa en la comida, la música y, por supuesto, en los juegos. ¡Va a ser épico!

Ellis, con una sonrisa irónica, responde:

Ellis: Sí, claro, porque nada dice "Navidad" como un buen juego de mesa mientras el mundo se desmorona a nuestro alrededor.

Terry se ríe y le da una palmadita en la espalda.

Terry: ¡Exacto! Y si los zombies aparecen, siempre podemos usar los juegos como armas improvisadas.

Ellis se ríe, aunque sabe que Terry no está del todo bromeando.

Ellis: Bueno, si eso pasa, al menos tendré una excusa para no hacer la cena.

Terry: ¡Eso es el espíritu! ¡Nos vemos en la fiesta!

Terry, emocionado por la respuesta de Ansiedad, sonríe y dice:

Terry: ¡Genial! No te preocupes, lo importante es que estés allí. No se trata de sonrisas, sino de compartir un momento juntos.

Ansiedad, cruzando los brazos y frunciendo el ceño, responde:

Ansiedad: Claro, claro. Solo espero que no sea un evento lleno de gente. Ya sabes cómo me pongo en esas situaciones.

Terry asiente, comprendiendo la preocupación de su amiga.

Terry: Lo prometo, será algo pequeño y tranquilo. Solo unos pocos amigos.

Ansiedad suspira, sintiendo un leve alivio.

Ansiedad: Está bien, pero si me siento abrumada, me iré.

Terry: ¡Sin problema! Lo más importante es que te sientas cómoda.

Ansiedad asiente, aunque una parte de ella sigue sintiendo esa presión en el pecho.

Ansiedad: Gracias, Terry. A veces solo necesito un poco de espacio para respirar.

Terry: Y eso está bien. Siempre estaré aquí para apoyarte.

Ansiedad sonríe, aunque sea de manera tímida, sintiendo que tal vez, solo tal vez, esta Navidad podría ser diferente.

Terry, emocionado por la respuesta del Gigante de Hierro, no puede evitar sonreír.

Terry: ¡Eso es todo lo que necesito! Solo tu presencia hará que esta Navidad sea especial.

El Gigante de Hierro, aunque un poco escéptico, siente una chispa de curiosidad.

Gigante de Hierro: ¿Y qué es lo que planeas hacer exactamente?

Terry, con los ojos brillantes, comienza a enumerar sus ideas.

Terry: ¡Podemos decorar un árbol gigante, hacer galletas, y hasta cantar villancicos! ¡Imagina a todos los niños viéndote!

El Gigante de Hierro frunce el ceño, recordando su naturaleza imponente y cómo a menudo asustaba a los demás.

Gigante de Hierro: No estoy seguro de que a los niños les guste verme.

Terry, decidido a convencerlo, responde con entusiasmo.

Terry: ¡Pero tú eres un gigante de hierro! ¡Eres un símbolo de fuerza y amistad! Ellos estarán encantados de conocerte.

El Gigante de Hierro se queda en silencio, reflexionando sobre las palabras de Terry.

Gigante de Hierro: Tal vez... tal vez solo necesito darles una oportunidad.

Terry asiente con entusiasmo, sintiendo que ha ganado una pequeña victoria.

Terry: ¡Eso es! ¡Vamos a hacer que esta Navidad sea inolvidable!

El Gigante de Hierro, aunque aún un poco reticente, siente que algo dentro de él se calienta ante la idea de compartir momentos con los demás.

Gigante de Hierro: Está bien, Terry. Haré lo que pueda. Pero no prometo ser divertido.

Terry ríe, sabiendo que la sola presencia del Gigante de Hierro ya será un regalo para todos.

Terry: ¡Eso es más que suficiente! ¡Vamos a prepararnos!

Y así, el Gigante de Hierro, con su gran mano aún sosteniendo a Terry, comienza a dar pasos hacia una Navidad que promete ser mágica.

Terry: ¡Genial! Solo quiero que lo consideres. La Navidad es una época mágica, y creo que podríamos hacer algo realmente especial juntos.

Zooble: Sí, sí, lo sé. Pero no quiero que te hagas ilusiones. No soy precisamente el espíritu navideño personificado.

Terry: ¡Eso es lo que lo hace más divertido! Podemos hacer algo diferente, algo que sorprenda a todos. ¿Qué tal si empezamos con una pequeña reunión y vemos cómo va?

Zooble: Está bien, una reunión pequeña. Pero no esperes que me vista de reno o algo así.

Terry: ¡No te preocupes! Solo un poco de alegría navideña, eso es todo. ¿Te parece si lo discutimos con un chocolate caliente?

Zooble: Bueno, eso suena un poco más atractivo. Pero recuerda, no prometo nada.

Terry, emocionado por la respuesta de Gangle, sonríe de oreja a oreja.

Terry: ¡Genial! Solo piensa en todas las luces, la música y la comida deliciosa. ¡Va a ser increíble!

Gangle, con una ceja levantada, responde:

Gangle: Sí, sí, comida. Eso siempre suena bien. Pero no me hagas bailar, porque eso no va a pasar.

Terry ríe y le da una palmadita en la espalda.

Terry: No te preocupes, solo ven y disfruta. ¡Prometo que habrá algo para todos!

Gangle suspira, pero una pequeña sonrisa se asoma en su rostro.

Gangle: Está bien, Terry. Solo por esta vez. Pero si me aburro, ¡me iré a buscar un chocolate caliente!

Terry asiente, entusiasmado.

Terry: ¡Trato hecho! ¡Nos vemos en la fiesta!

Terry, emocionado por la respuesta de Ragatha, responde con una risa nerviosa: "¡No te preocupes! Estoy seguro de que será un éxito. Solo necesitamos un poco de buena música, comida deliciosa y, por supuesto, la mejor compañía. ¡Tú serás la estrella de la fiesta!"

Ragatha arquea una ceja, aún con esa sonrisa burlona. "Estrella, dices... Espero que no te refieras a que yo sea la que tenga que resolver todos los problemas si algo sale mal. Recuerda, no tengo miedo de hacer que la gente se arrepienta de haber venido."

Terry se ríe, intentando restarle importancia a la advertencia. "Vamos, Ragatha, ¡será solo una fiesta! Además, si algo sale mal, siempre podemos culpar a los villancicos. Nadie puede resistirse a un buen villancico."

Ragatha se cruza de brazos, disfrutando del juego. "Está bien, pero si alguien se atreve a cantar 'Noche de Paz' desafinado, no me haré responsable de lo que suceda después. Solo te lo advierto."

"Trato hecho", dice Terry, alzando la mano como si sellara un pacto. "¡Esta será la mejor fiesta navideña de todas!"

Ragatha sonríe, sabiendo que, a pesar de sus advertencias, en el fondo también está emocionada por la idea. "Solo espero que tengas un buen plan B, porque si no, ¡te va a tocar lidiar con mis medidas drásticas!"

Terry, con una sonrisa traviesa, responde:

Terry: Vamos, CJ, ¡no seas aguafiestas! Te prometo que esta vez será diferente. Mis amigos son geniales, y la fiesta tendrá todo lo que necesitas para pasarla bien: buena música, comida deliciosa y, por supuesto, un montón de sorpresas. Solo dale una oportunidad, ¿sí?

CJ, cruzando los brazos, responde con un tono escéptico:

CJ: Está bien, pero si me aburro, no dudaré en irme. Y no quiero escuchar que "la diversión está a la vuelta de la esquina" si no hay nada que valga la pena.

Terry asiente, emocionado:

Terry: ¡Eso es lo que me gusta oír! Solo prométeme que no serás el "grinch" de la fiesta. ¡Vamos a hacer que esta Navidad sea inol

Terry, emocionado, asiente con una gran sonrisa: ¡Claro que sí! ¡Habrá comida deliciosa y muchas sorpresas!

La Chilindrina, cruzando los brazos: Bueno, pero que no se te ocurra poner esos villancicos aburridos.

Chavo, con los ojos brillantes: ¡Sí! ¡Comida! ¡Eso es lo que importa!

Quico, frunciendo el ceño: Y si hay villancicos, ¡mejor que sean los buenos!

Terry, tratando de calmar los ánimos: No se preocupen, prometo que será una celebración divertida. ¡Habrá juegos y todo!

La Chilindrina, con un leve suspiro: Está bien, pero no prometo no quejarme.

Chavo, saltando de emoción: ¡Yo solo quiero comer!

Quico, aún con cara de pocos amigos: Y yo quiero que todo salga bien.

Terry, sonriendo: ¡Perfecto! Entonces, ¡nos vemos en la celebración!

Los tres se miran, un poco escépticos, pero al final, una pequeña chispa de emoción comienza a brillar en sus ojos.