Ber: No, espera, Marcarita, no es lo que piensas.
Marcarita: ¿Ah, no? ¿Y qué es entonces? ¿Un simple juego? ¿Una broma cruel?
Ber: No, de verdad, solo quería que tuvieras la oportunidad de hablar con él. No pensé que lo tomarías así.
Marcarita: ¿Y qué esperabas? ¿Que me dejara llevar por tus palabras y cayera en la trampa otra vez?
Ber: No era mi intención. Solo quería que supieras que hay una posibilidad de reconciliación.
Marcarita: ¿Reconciliación? ¿Después de todo lo que ha pasado? No puedo creer que aún pienses que eso es posible.
Ber: A veces, las personas cambian. Tal vez Varmouth ha reflexionado sobre sus acciones.
Marcarita: O tal vez solo está buscando una forma de manipularme de nuevo. No voy a ser su marioneta.
Ber: Tienes razón, y lamento haberte puesto en esta situación. Solo quería ayudarte.
Marcarita: Ayudarme, ¿de verdad? ¿O solo querías que te sintieras mejor contigo mismo?
Ber: No, Marcarita, no es así. Me importa lo que sientes. Quiero que seas feliz.
Marcarita: Entonces respeta mi decisión. No quiero volver a abrir viejas heridas.
Ber: Lo haré, lo prometo. Pero si alguna vez cambias de opinión, estaré aquí.
Marcarita: Gracias, Ber. Pero por ahora, necesito seguir adelante sin mirar atrás.
Ber: Entiendo. Solo espero que encuentres la paz que mereces.
Marcarita: Lo haré. Y tú también deberías dejar de intentar jugar con el pasado.
Ber: Tienes razón. A veces, lo mejor es dejar ir.
Marcarita: Exactamente. Ahora, si me disculpas, tengo que irme.
Ber: Cuídate, Marcarita. Siempre estaré aquí si me necesitas.
Marcarita: Lo sé. Adiós, Ber.
Marcarita se aleja, dejando a Ber con sus pensamientos, sintiendo el peso de la verdad que acaba de enfrentar.