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Sonic: frunce el ceño, mirando al horizonte mientras sus pensamientos giran en su mente Tienes un punto, Merlina. A veces me dejo llevar por la velocidad y la adrenalina, y no me detengo a pensar en lo que realmente está pasando a mi alrededor. Pero, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Dejar de correr y enfrentar mis problemas de frente?

Merlina: No se trata de dejar de correr, Sonic. Se trata de encontrar un equilibrio. La velocidad es parte de ti, pero también lo es la reflexión. A veces, detenerse y analizar la situación puede darte una perspectiva que la velocidad no puede ofrecer.

Sonic: suspira, sintiendo el peso de sus palabras Es difícil, sabes. Siempre he sido el que avanza, el que enfrenta los desafíos sin pensarlo dos veces. Pero tal vez he estado ignorando cosas importantes.

Merlina: asiente con comprensión No tienes que hacerlo solo. Tus amigos están a tu lado, pero también necesitan que tú les muestres lo que sientes. La comunicación es clave, Sonic. No todos entienden tu mundo, pero eso no significa que no puedan apoyarte.

Sonic: mirando a Merlina con una nueva determinación Tienes razón. Tal vez sea hora de abrirme un poco más. No solo a mis amigos, sino también a mí mismo. sonríe Gracias, Merlina. A veces, una pausa es lo que realmente necesito para seguir adelante.

Merlina: sonríe de vuelta Exactamente. Y recuerda, no siempre tienes que correr. A veces, el verdadero poder está en saber cuándo detenerse y reflexionar.

Sonic: asiente, sintiendo que ha aprendido algo valioso Entonces, ¿qué tal si tomamos un descanso antes de seguir? Tal vez podamos encontrar un lugar tranquilo y hablar un poco más.

Merlina: con una sonrisa Me parece una excelente idea. A veces, las mejores respuestas llegan cuando nos damos un momento para respirar.

Ambos se dirigen hacia un claro en el bosque, donde la calma les permite reflexionar y compartir sus pensamientos, fortaleciendo su amistad y preparándose para los desafíos que vendrán.

Parece que Jason tiene una perspectiva interesante sobre Sonic. Su opinión sugiere que valora más la estrategia y la planificación que la velocidad pura. Esto podría reflejar una creencia de que, aunque Sonic es conocido por su rapidez, en situaciones complejas, la capacidad de pensar y actuar estratégicamente es lo que realmente marca la diferencia. ¿Te gustaría explorar más sobre la filosofía de Jason o sobre el personaje de Sonic?

Merlina: Aunque Sonic tenga su encanto, no puedo evitar pensar que su personalidad es un poco... superficial. Siempre corriendo de un lado a otro, como si no pudiera detenerse a reflexionar. Tal vez le vendría bien un poco de introspección. Y esos amigos que lo rodean, ¿realmente lo entienden? A veces creo que se siente más solo de lo que aparenta. Pero bueno, cada quien con sus problemas, ¿no? Al final, todos tenemos nuestras propias "zonas verdes" que explorar.

Gokú: "Mira, Sonic es un personaje interesante, y no puedo negar que tiene su propio estilo. Es rápido y tiene esa energía positiva que lo hace único. Pero, al final del día, yo tengo mi propio camino. Me gusta enfrentar a mis enemigos con fuerza y estrategia, y no necesito ser el más veloz para lograrlo. Cada uno tiene sus habilidades, y aunque Sonic y yo podamos tener algunas similitudes, yo prefiero mi forma de pelear. ¡Así que seguiré entrenando y mejorando a mi manera! ¡Eso es lo que realmente importa!"

Vegeta: El erizo ese, ¿eh? Es igual a Kakaroto, siempre tan ingenuo. Aunque, curiosamente, es casi "similar" a Kakaroto porque él también se transforma, al igual que nosotros dos. Pero, a diferencia de nosotros, su transformación no proviene de un entrenamiento riguroso, sino de esas gemas brillantes. Es un buen corredor, eso no se puede negar, pero en una pelea real, no tiene nada que hacer contra un verdadero guerrero como yo. Al final del día, es solo un erizo que corre rápido. ¡Kakaroto debería aprender a ser más serio y dejar de admirar a esos personajes ridículos!

Ghostface: Sonic, el erizo azul, ¿eh? No puedo decir que sea un gran fan. Aunque tenga su grupo de amigos y enemigos, no me interesa. Prefiero el sonido de un teléfono sonando, la anticipación de una llamada... Eso sí que es emocionante. Mira su teléfono y sonríe de manera siniestra Hablando de eso, ¿qué tal una buena broma? Siempre es divertido jugar con el miedo de los demás. Después de todo, el verdadero terror no viene de un erizo veloz, sino de lo inesperado. Ríe suavemente

La señora Nobi tiene un punto interesante. Aunque Sonic es conocido por su velocidad y su capacidad para superar obstáculos rápidamente, su personalidad y su enfoque en la acción pueden no ser tan atractivos como la dinámica de Nobita y Doraemon. Nobita, con la ayuda de Doraemon, enfrenta desafíos de una manera más creativa y reflexiva, lo que puede resonar más con quienes valoran la amistad y la colaboración. Además, la relación entre Nobita y Doraemon aporta un toque emocional y humorístico que puede ser más entrañable que la simple velocidad de Sonic. En definitiva, cada personaje tiene su propio encanto, pero para la señora Nobi, la conexión y las aventuras compartidas son lo que realmente importa.

Leatherface, con su estilo característico, podría expresar su opinión de la siguiente manera:

"Él es rápido, mientras que yo solo mato. En mi mundo, la velocidad es un juego. A pesar de que sea lento, yo soy rápido a mi manera. No necesito unos zapatos para correr rápido. Mi camino es la caza, y en eso, no hay prisa. Cada paso cuenta, cada grito resuena. Sonic puede correr, pero yo persigo con un propósito. La velocidad es solo una ilusión; lo que importa es el destino."

Chilindrina: ¡Ay, Chavo! Siempre pensando en la comida. Pero, ¿no ves que Sonic tiene su propio estilo?

Chavo: ¿Estilo? ¡Si solo corre! No tiene ni un torta de jamón en la mano.

Quico: Además, ¿qué es eso de ser un erizo azul? ¡Yo prefiero ser un niño con una pelota!

Chilindrina: Bueno, a mí me parece que es rápido y eso tiene su mérito. Pero, ¿quién necesita velocidad cuando tienes una buena broma lista?

Chavo: ¡Exacto! ¡Las mejores aventuras son las que vivimos aquí en la vecindad!

Quico: ¡Sí! ¡Y sin necesidad de anillos! ¡Solo con nuestras travesuras!

Chilindrina: ¡Eso es! ¡Viva la vecindad! ¡Y que viva la torta de jamón!

Michael Myers, con su característico silencio y su mirada intensa, continúa escribiendo en su libreta: "La velocidad de Sonic puede ser impresionante, pero en el juego del terror, no hay atajos. Cada paso que da, cada giro que toma, lo acerca más a su destino... y no siempre es el que espera. Así que, mientras él corre, yo me muevo en las sombras, esperando el momento perfecto. La verdadera caza no se trata de velocidad, sino de estrategia."

Cierra la libreta y se prepara para su próxima "cacería".

William Afton: El erizo ese? Sí, corre rápido y es valiente, pero no me convence. Solo yo y... ya sabes... observar como siempre lo hago. La velocidad no lo es todo. A veces, lo que realmente importa es la astucia y la paciencia. Mientras él corre de un lado a otro, yo me encargo de los detalles. Después de todo, en mi mundo, los que se apresuran suelen ser los que caen primero.

Ennui, aún temblando por la sorpresa y la vergüenza, se recompone lentamente. Mira al hombre caído, su corazón latiendo con fuerza, no solo por el susto, sino también por la extraña mezcla de emociones que le había provocado su declaración.

Ennui: (con voz temblorosa) Sí, estoy bien... pero, ¿qué has hecho?

La fantasma de Envidia, con una sonrisa traviesa, se encoge de hombros.

Envidia: Solo le di una lección. No puedes dejar que cualquiera se acerque así, especialmente cuando no lo deseas. A veces, un poco de... intervención es necesaria.

Ennui: (frunciendo el ceño) No necesitaba que lo mataras. Solo quería que me dejara en paz.

Envidia: (con un brillo en sus ojos) Pero, ¿no te sientes un poco aliviada? Ahora no tendrás que lidiar con sus tonterías.

Ennui: (suspirando) No sé... Es solo que, a veces, me gustaría que las cosas fueran diferentes. Que la gente pudiera entender que no siempre quiero ser el centro de atención.

Envidia: (acercándose) Pero tú eres especial, Ennui. La gente se siente atraída por ti, incluso cuando no lo deseas. No puedes cambiar eso.

Ennui: (mirando al hombre en el suelo) Tal vez, pero no quiero que eso signifique que tengo que soportar este tipo de situaciones.

Envidia: (con un tono más suave) Lo sé. Pero recuerda, no estás sola. Siempre estaré aquí para protegerte, incluso de los que dicen amarte.

Ennui asiente, sintiendo una extraña mezcla de gratitud y tristeza. La vida, o la no-vida, era complicada, y a veces, la soledad era más fácil de llevar que el amor no correspondido.

Ennui: Gracias, Envidia. Pero, por favor, la próxima vez, intenta no llevarlo tan lejos.

Envidia: (riendo) Prometido. Pero no puedo garantizar que no habrá más "fans" en el futuro.

Ambas se quedan mirando el cuerpo inerte, reflexionando sobre las complejidades del amor, la admiración y la soledad.

Murder Papyrus se sacude la incomodidad del abrazo y mira al ebrio tirado en el suelo con una mezcla de sorpresa y desdén.

Murder Papyrus: ¡¿Qué demonios acaba de pasar?! ¡No necesito que me abracen, especialmente de esa manera!

Sans Swap, con su habitual tono sarcástico, se acerca al cuerpo inerte.

Sans Swap: Bueno, parece que tu "fan" se tomó su amor por ti un poco demasiado en serio. Pero no te preocupes, no es la primera vez que alguien se desmaya por tu encanto.

Murder Papyrus: ¡No es eso! ¡No quiero que nadie se desmaye por mí! ¡Quiero que me dejen en paz!

Sans Swap se ríe suavemente, disfrutando de la incomodidad de su hermano.

Sans Swap: Relájate, hermano. Solo fue un abrazo... mortal. Pero, ¿en serio? ¿No te gustaría tener un fan que no intente matarte con su amor?

Murder Papyrus frunce el ceño, claramente molesto.

Murder Papyrus: No necesito fans. Solo quiero que la gente me respete y me tema, no que me abracen hasta la muerte.

Sans Swap se encoge de hombros, aún divertido por la situación.

Sans Swap: Bueno, al menos ahora tienes una historia interesante que contar. ¿Qué tal si vamos a buscar algo de comer? Tal vez un buen plato de espaguetis te ayude a calmarte.

Murder Papyrus suspira, resignado.

Murder Papyrus: Está bien, pero si alguien más intenta abrazarme, ¡lo haré pagar!

Desagrado observa al hombre ebrio en el suelo, su expresión mezcla de preocupación y desdén.

Desagrado: A veces, la gente no entiende los límites. No deberías tener que soportar eso, Alegría.

Alegría Malvada, aún temblando de la mezcla de rabia y desagrado, se recompone y mira a su alrededor, asegurándose de que nadie más esté observando.

Alegría Malvada: No es solo eso, Desagrado. Es la falta de respeto. No importa si soy famosa o no, mi espacio personal debería ser sagrado.

Desagrado asiente, su forma etérea brillando con un leve resplandor de apoyo.

Desagrado: Tienes razón. La fama no debería significar que la gente se sienta con derecho a invadir tu vida.

Alegría Malvada: Exacto. No quiero ser vista solo como una figura pública. Soy más que eso.

Desagrado: Y lo eres. Eres fuerte, poderosa y no necesitas la validación de nadie.

Alegría Malvada sonríe levemente, sintiendo el apoyo de su amiga fantasma.

Alegría Malvada: Gracias, Desagrado. A veces, solo necesito recordar que tengo el control sobre mi propia vida.

Desagrado: Siempre lo has tenido. Y si alguien vuelve a cruzar la línea, aquí estaré para ayudar.

Alegría Malvada: Lo aprecio. Ahora, ¿qué hacemos con... eso?

Ambas miran al hombre ebrio en el suelo, y Desagrado se encoge de hombros.

Desagrado: Tal vez deberíamos asegurarnos de que no cause más problemas.

Alegría Malvada: Sí, pero de una manera que no me meta en más líos.

Desagrado: Déjamelo a mí.

Con un movimiento de su mano, Desagrado hace que el hombre ebrio desaparezca en una nube de humo, llevándolo lejos de allí.

Alegría Malvada respira aliviada, sintiéndose un poco más en control de la situación.

Alegría Malvada: Gracias, Desagrado. Ahora, ¿qué tal si encontramos un lugar donde podamos relajarnos un poco?

Desagrado: ¡Eso suena perfecto!

Ambas se alejan, dejando atrás el incidente, listas para disfrutar de su día sin más interrupciones.

Murder Sans observa el cuerpo inerte del hombre ebrio en el suelo, su expresión es una mezcla de frustración y desdén. Con un suspiro pesado, se vuelve hacia el fantasma de Papyrus, que flota a su lado con una mirada preocupada.

—No estoy bien, Papyrus. Este tipo no entendió la palabra "no". —Murder Sans se cruza de brazos, sus huesos crujen levemente al hacerlo—. No sé qué es más molesto, su insistencia o el hecho de que ahora tengo que lidiar con esto.

Papyrus asiente, su expresión se torna seria.

—Es una pena que no supiera cuándo parar. Pero, ¿realmente necesitabas matarlo? Podrías haberlo asustado o, no sé, simplemente alejarlo.

Murder Sans se encoge de hombros, su mirada fija en el cuerpo.

—A veces, la gente no entiende el peligro. Y yo no tengo tiempo para jugar a los buenos. —Su voz es fría, pero hay un atisbo de duda en su tono—. Tal vez debería haber sido más... diplomático.

Papyrus suspira de nuevo, su forma etérea brillando con una luz tenue.

—La diplomacia no es tu fuerte, hermano. Pero recuerda, no todos son enemigos. A veces, solo son... molestos.

Murder Sans se da la vuelta, mirando hacia el horizonte.

—Quizás tengas razón. Pero en este mundo, la compasión es un lujo que no puedo permitirme.

Papyrus se acerca un poco más, su voz suave.

—No tienes que ser así, Sans. Hay formas de lidiar con las cosas sin llegar a extremos.

Murder Sans lo mira de reojo, una chispa de conflicto en sus ojos.

—Quizás. Pero eso no cambiará lo que soy.

El fantasma de Papyrus sonríe levemente, como si viera una pequeña rendija de esperanza.

—Siempre hay tiempo para cambiar, hermano. Solo tienes que quererlo.

Murder Sans se aleja, dejando atrás el cuerpo del hombre ebrio, mientras Papyrus lo sigue, esperando que algún día su hermano encuentre un camino diferente.

Cody, aún recuperándose del susto, mira al hombre caído y luego a Obama, con una mezcla de incredulidad y alivio.

Cody: ¿Qué demonios acaba de pasar? ¡No puedo creer que lo hayas hecho!

Obama, con una sonrisa irónica, se encoge de hombros.

Obama: A veces, la vida te da sorpresas. Y a veces, hay que hacer limpieza.

Cody: Pero... ¿matarlo? No era mi intención. Solo quería que me soltara.

Obama se ríe suavemente, su figura etérea brillando con un aura de confianza.

Obama: A veces, la gente no entiende el concepto de "espacio personal". Pero no te preocupes, Cody. El mundo está lleno de oportunidades para redimirse.

Cody, aún aturdido, observa al hombre ebrio en el suelo.

Cody: ¿Y ahora qué hacemos con él? No puedo dejarlo aquí.

Obama se rasca la cabeza, pensativo.

Obama: Bueno, podríamos llamar a la policía, pero eso podría complicar las cosas. O podrías usar tus habilidades de detective para resolver este pequeño misterio.

Cody, sintiendo que la adrenalina comienza a fluir de nuevo, se endereza.

Cody: Tienes razón. Este es un caso que no puedo dejar pasar.

Con determinación, Cody se agacha junto al hombre y comienza a examinarlo, mientras Obama observa con una mezcla de diversión y curiosidad.

Obama: ¿Vas a encontrar alguna pista en su bolsillo?

Cody sonríe, sacando un pequeño objeto del bolsillo del hombre.

Cody: ¡Mira esto! Un billete de lotería. Tal vez no era tan patético después de todo.

Obama se ríe, y juntos, comienzan a hilar la historia detrás de ese extraño encuentro.

Evil Jax, aún temblando de rabia, observa al hombre ebrio en el suelo. La situación se torna surrealista, con la fantasma de Pomni flotando a su lado, intentando apaciguar la tensión.

Pomni: (con voz suave) Jax, respira. No vale la pena dejar que te afecte así.

Evil Jax: (gritando) ¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Ese idiota me estaba lastimando!

Pomni se acerca un poco más, su presencia etérea parece intentar envolver a Jax en una calma momentánea.

Pomni: Lo sé, pero no puedes dejar que la ira te consuma. No eres como ellos.

Jax, aún con el pecho agitado, mira al hombre caído. La rabia se mezcla con una extraña sensación de culpa.

Evil Jax: (murmurando) No quería que esto pasara...

Pomni, sintiendo la confusión de Jax, se acerca más y le toca el brazo.

Pomni: A veces, la gente no entiende lo que significa ser un "fan". Ellos ven lo que quieren ver, pero tú eres más que eso.

Jax se queda en silencio, procesando las palabras de Pomni. La imagen del hombre ebrio, ahora inmóvil, le recuerda que la admiración puede volverse peligrosa.

Evil Jax: (con voz más suave) ¿Y si me vuelvo como él? ¿Si dejo que la locura me consuma?

Pomni: (con una sonrisa triste) No lo harás. Tienes el poder de elegir quién quieres ser.

Jax asiente lentamente, sintiendo el peso de la decisión que tiene ante él. La rabia comienza a disiparse, dejando espacio para una reflexión más profunda.

Evil Jax: (mirando al suelo) Tal vez... tal vez debería encontrar una manera de manejar esto.

Pomni sonríe, satisfecha de que Jax esté comenzando a ver más allá de la ira.

Pomni: Eso es. Y recuerda, siempre estaré aquí para ayudarte a encontrar el camino.

Jax levanta la vista, sintiendo una renovada determinación. Aunque el camino por delante es incierto, sabe que no está solo.

Evil Casandra observa el cuerpo inerte del hombre a sus pies, su mirada fría y despectiva. La brisa nocturna juega con su cabello, mientras su expresión se mantiene imperturbable.

Evil Casandra: (con una sonrisa sarcástica) ¿Y así es como se comportan los "fans"? Patético.

El fantasma de Afrodita, que había intentado protegerla, se manifiesta de nuevo, su rostro lleno de preocupación.

Afrodita: Casandra, no debiste llegar tan lejos. La vida es valiosa, incluso la de aquellos que no saben comportarse.

Evil Casandra: (riéndose) ¿Valiosa? ¿Acaso crees que el mundo necesita más de su tipo? La debilidad es un lastre, y yo no tengo tiempo para eso.

Afrodita: (suspirando) No se trata de debilidad, sino de compasión. Tienes el poder de cambiar las cosas, de ser más que solo venganza.

Evil Casandra: (mirando al horizonte) ¿Compasión? ¿Para qué? El mundo es un lugar cruel, y yo solo estoy siendo realista. Si no puedo ser respetada, entonces que se atengan a las consecuencias.

Afrodita: (con tristeza) Pero cada acción tiene un precio, Casandra. La oscuridad que eliges abrazar te consumirá.

Evil Casandra: (desafiando) Entonces que venga. Estoy lista para enfrentar cualquier cosa. No necesito la luz, porque yo soy la tormenta.

Con un giro dramático, Evil Casandra se aleja, dejando atrás el cuerpo del hombre y el eco de las palabras de Afrodita resonando en el aire. La noche se cierra a su alrededor, y su risa se mezcla con el viento, un recordatorio de su elección y su destino.

Pandora, sorprendida por la indiferencia de Samara, frunce el ceño. La atmósfera se vuelve tensa, como si el aire mismo se hubiera congelado en el instante. La amenaza que había lanzado, cargada de malicia, se desvanecía en el aire, sin encontrar eco en la mente de su oponente.

—¿De verdad crees que puedes ignorarme? —pregunta Pandora, su voz ahora un susurro afilado—. No puedes escapar de tu destino.

Samara, con la mirada fija en el pozo, siente el peso de la oscuridad que la rodea. Pero en su interior, una chispa de desafío comienza a encenderse. No era la primera vez que alguien intentaba asustarla con palabras vacías. La vida le había enseñado que el verdadero terror no provenía de amenazas, sino de la incapacidad de enfrentar sus propios miedos.

—¿Destino? —responde Samara, girándose lentamente—. El destino es solo una ilusión que los débiles se aferran para justificar su impotencia.

Pandora se queda en silencio, sorprendida por la respuesta. La confianza de Samara era palpable, como un escudo que la protegía de la oscuridad que la rodeaba.

—No puedes simplemente ignorar lo que soy —insiste Pandora, su tono ahora más desafiante—. Soy la encarnación de tus peores pesadillas.

—Y yo soy la que ha sobrevivido a ellas —replica Samara, con una sonrisa desafiante—. Si quieres jugar, tendrás que hacerlo mejor que eso.

Con un movimiento decidido, Samara se adentra en el pozo, dejando atrás la luz del mundo exterior. Pandora, furiosa, siente que su poder se desmorona ante la determinación de la joven.

—¡No te escaparás tan fácilmente! —grita, pero su voz se pierde en la oscuridad.

Samara, en el fondo del pozo, se siente libre. La oscuridad la envuelve, pero no la asusta. En su interior, sabe que ha tomado la decisión correcta. Pandora puede ser un demonio, pero ella es la maestra de su propio destino. Y en ese momento, la verdadera batalla apenas comenzaba.

Pandora, al notar el silencio de Ayano, arquea una ceja, intrigada.

Pandora: ¿Ves? Ni siquiera puedes defenderte. Las yanderes son solo sombras de lo que podrían ser, atadas a un amor tóxico que las consume.

Ayano, aún acariciando su espada, siente cómo la presión de las palabras de Pandora intenta penetrar su corazón. Pero en su interior, una chispa de determinación comienza a encenderse.

Ayano: ... No es solo amor. Es la devoción que siento. No es miedo, es protección.

Pandora se ríe, una risa fría y despectiva.

Pandora: ¿Protección? ¿O posesión? No hay amor en el control, solo envidia y desesperación.

Ayano, sintiendo la provocación, levanta la mirada, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de dolor y resolución.

Ayano: Tal vez no entiendas lo que es amar de verdad. No se trata de poseer, sino de cuidar a quienes amas, incluso si eso significa hacer lo que sea necesario.

Pandora se cruza de brazos, desafiándola.

Pandora: ¿Y qué harías si tu amor te traiciona? ¿Lo matarías? ¿Te convertirías en lo que tanto desprecias?

Ayano, con una calma inquietante, responde:

Ayano: Haría lo que sea necesario para protegerlo. Pero no lo haría por miedo, sino por amor.

Pandora, sorprendida por la firmeza de Ayano, siente que su propia postura comienza a tambalearse.

Pandora: Entonces, ¿estás dispuesta a perderte a ti misma por alguien más?

Ayano, con una leve sonrisa, responde:

Ayano: No me perderé. Mi amor me define, no me consume.

Pandora, sintiendo que la conversación se vuelve más profunda de lo que esperaba, decide cambiar de táctica.

Pandora: Entonces, ¿qué harías si tu amor se convierte en tu enemigo?

Ayano, sin dudar, responde:

Ayano: Lo confrontaría. Pero nunca dejaría que el amor se convierta en odio.

Pandora, ahora intrigada, se da cuenta de que Ayano no es la yandere típica que había imaginado.

Pandora: Quizás no seas tan patética después de todo. Pero aún así, el amor puede ser un arma de doble filo.

Ayano, con una mirada decidida, responde:

Ayano: Tal vez, pero es un arma que elijo empuñar.

Ambas se quedan en silencio, cada una reflexionando sobre las palabras de la otra, mientras el aire se llena de una tensión

Pandora se quedó mirando el lugar donde Jorgito había estado, su sonrisa burlona desvaneciéndose lentamente. La atmósfera se tornó pesada, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso tras la desaparición del hermano muerto de Ber.

"¿Qué fue eso?", murmuró para sí misma, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. No era la primera vez que se encontraba con seres de otros mundos, pero la frialdad de Jorgito la había desconcertado.

Con un gesto de desdén, sacudió la cabeza y se dio la vuelta, dispuesta a continuar con sus travesuras. Sin embargo, una parte de ella no podía dejar de pensar en la tristeza que había visto en sus ojos, una tristeza que parecía más profunda que cualquier otra que hubiera encontrado.

"Quizás no todos los muertos son lo que parecen", reflexionó Pandora, mientras se adentraba en la penumbra de Underfail, donde las sombras danzaban y los ecos de risas distorsionadas resonaban a su alrededor.

Mientras tanto, en un rincón olvidado del mundo, Jorgito se encontraba en un lugar que no era ni el cielo ni el infierno, sino un limbo de recuerdos y susurros. Allí, la tristeza que había llevado consigo se desvanecía, y en su lugar, una paz inquietante comenzaba a tomar forma.

"¿Es esto lo que se siente al ser libre?", pensó, mientras observaba las hojas caer en un ciclo interminable, cada una llevándose consigo un fragmento de su pasado. En ese instante, comprendió que su tristeza no era una carga, sino una parte de su esencia, un eco de lo que había sido y de lo que nunca podría ser.

Y así, en el silencio de su nuevo hogar, Jorgito se convirtió en un susurro entre las hojas, un recuerdo que flotaba en el viento, mientras Pandora continuaba su camino, ajena a la profundidad de lo que había dejado atrás.

Pandora, sintiendo la indiferencia de Leatherface, frunce el ceño, su sonrisa malvada desvaneciéndose momentáneamente. No estaba acostumbrada a ser ignorada, y eso la irritaba. Con un movimiento rápido, su cuchillo brilla bajo la tenue luz, reflejando su frustración.

—¿De verdad crees que puedes simplemente ignorarme? —grita, su voz resonando en el aire pesado de la oscuridad. Pero Leatherface no se detiene. Su figura se aleja, un gigante en un mundo de sombras, dejando a Pandora sola en su furia.

La ira burbujea dentro de ella, y en un instante, decide que no puede dejar que esto termine así. Con un salto ágil, se lanza hacia él, su cuchillo en mano, buscando la oportunidad de demostrar que no era un insecto, sino una fuerza a tener en cuenta.

—¡No te vayas tan fácilmente! —grita, mientras se acerca, su risa maníaca resonando en la noche. Pero Leatherface, con su motosierra rugiendo, se detiene un momento, girando lentamente su cabeza hacia ella.

La mirada en sus ojos es fría, casi vacía, como si Pandora no fuera más que un eco de su propia locura.

—No eres más que ruido —murmura, y con un movimiento brusco, arranca la motosierra de nuevo, el sonido ensordecedor llenando el aire.

Pandora siente un escalofrío recorrer su espalda, pero no se detiene. Con un grito de desafío, se lanza hacia él, dispuesta a demostrar que incluso un insecto puede picar. La noche se convierte en un escenario de caos, donde la locura de ambos se entrelaza en un baile mortal.

Leatherface, con su motosierra en mano, y Pandora, con su cuchillo afilado, se enfrentan en un duelo que resonará en las sombras, un encuentro entre la indiferencia y la locura.

Pandora, sorprendida por la indiferencia de Jason, frunce el ceño. Su sonrisa se desvanece momentáneamente, y un destello de ira cruza su rostro demoníaco.

Pandora: "¿Te crees tan valiente, humano? No sabes con quién te estás metiendo."

Sin embargo, Jason no se detiene. Su figura se disuelve en la oscuridad, como si fuera parte de ella. El sonido del machete al ser levantado resuena en el aire, un eco de determinación que desafía la amenaza que representa Pandora.

Pandora, recuperando su compostura, lanza un grito que reverbera en el ambiente: "¡No escaparás tan fácilmente! ¡Te encontraré y te haré pagar por tu insolencia!"

Pero Jason ya ha desaparecido, dejando solo un rastro de silencio. En su mente, la imagen de Pandora se desdibuja, reemplazada por su objetivo. No hay lugar para el miedo en su corazón; solo hay una misión que cumplir.

Mientras avanza entre las sombras, Jason siente la energía oscura de Pandora acechando, pero no le importa. Su mente está enfocada, y su determinación es más fuerte que cualquier demonio.

Pandora, frustrada, se transforma en humo negro y se dispersa, buscando la manera de interceptar a Jason. La caza ha comenzado, y ambos saben que el enfrentamiento es inevitable.

En el fondo, Jason sabe que Pandora no es solo un obstáculo; es un desafío que debe superar. Y en su interior, una chispa de emoción comienza a encenderse. La batalla entre la luz y la oscuridad está a punto de desatarse.

Terry, emocionado por la respuesta de Androide 18, sonríe de oreja a oreja.

Terry: ¡Genial! Solo el hecho de que vengas ya es un gran paso. Prometo que habrá buena comida y música.

Androide 18, cruzando los brazos, levanta una ceja.

Androide 18: La comida y la música no son suficientes para hacer que una fiesta sea divertida. Pero supongo que ver a algunos amigos no estará de más.

Terry: ¡Eso es el espíritu! Además, podrías sorprenderte. Tal vez encuentres algo que te guste.

Androide 18: No me hagas ilusiones, Terry. Pero haré un esfuerzo por no ser la más aburrida de la fiesta.

Terry: ¡Eso es todo lo que pido! ¡Nos vemos en la fiesta, entonces!

Androide 18 asiente con un leve gesto, mientras Terry se aleja, lleno de entusiasmo. Ella suspira nuevamente, pero en el fondo, una pequeña parte de ella se siente intrigada por lo que podría suceder.