Jason se topa con Pandora de Underfail.
Pandora muestra su forma demoniaca y sonríe malévolamente.
Jason la observa pero su mirada es fría y no muestra signos de inquietud.
Pandora en un tono burlón: Crees que puedes intimidarme?
Jason sin mostrar signos de susto o si estuviera aterrado, solo la observa. Su mirada fría indica que para él, ve a Pandora como si fuera un insecto indefenso. Jason se da la vuelta y alza su machete y desaparece entre las sombras.
Pandora, sorprendida por la indiferencia de Jason, frunce el ceño. Su sonrisa se desvanece momentáneamente, y un destello de ira cruza su rostro demoníaco.
Pandora: "¿Te crees tan valiente, humano? No sabes con quién te estás metiendo."
Sin embargo, Jason no se detiene. Su figura se disuelve en la oscuridad, como si fuera parte de ella. El sonido del machete al ser levantado resuena en el aire, un eco de determinación que desafía la amenaza que representa Pandora.
Pandora, recuperando su compostura, lanza un grito que reverbera en el ambiente: "¡No escaparás tan fácilmente! ¡Te encontraré y te haré pagar por tu insolencia!"
Pero Jason ya ha desaparecido, dejando solo un rastro de silencio. En su mente, la imagen de Pandora se desdibuja, reemplazada por su objetivo. No hay lugar para el miedo en su corazón; solo hay una misión que cumplir.
Mientras avanza entre las sombras, Jason siente la energía oscura de Pandora acechando, pero no le importa. Su mente está enfocada, y su determinación es más fuerte que cualquier demonio.
Pandora, frustrada, se transforma en humo negro y se dispersa, buscando la manera de interceptar a Jason. La caza ha comenzado, y ambos saben que el enfrentamiento es inevitable.
En el fondo, Jason sabe que Pandora no es solo un obstáculo; es un desafío que debe superar. Y en su interior, una chispa de emoción comienza a encenderse. La batalla entre la luz y la oscuridad está a punto de desatarse.