La escena se torna caótica en la sala, con todos los invitados mirando con asombro y diversión cómo Terry, el bromista de la fiesta, recibe su merecido. Merlina, aún con una expresión de desdén, observa cómo la situación se descontrola.
Merlina: (cruzando los brazos) ¿Y pensabas que esto era gracioso?
La Chilindrina, con su cara llena de carbón, se ríe mientras Terry se retuerce en el suelo, tratando de recuperarse del dolor.
Chilindrina: ¡Eso te pasa por hacer bromas pesadas, Terry!
Mientras tanto, Ber, con una sonrisa burlona, levanta el "regalito" (excremento) que le había dado Terry y lo lanza con fuerza hacia su cara. El impacto es tan fuerte que Terry grita y vomita, lo que provoca que todos los presentes estallen en carcajadas.
Doraemon, que había estado observando desde un rincón, no puede contener su risa y dice:
Doraemon: ¡Eso es lo que pasa cuando juegas con fuego!
Vegeta, cruzado de brazos, asiente con aprobación.
Vegeta: No hay nada más satisfactorio que ver a un idiota recibir su merecido.
Gokú, siempre optimista, se ríe y dice:
Gokú: ¡Esto es mejor que cualquier pelea!
Mientras tanto, Mario y Luigi intentan calmar la situación, pero no pueden evitar reírse también. Peach y Daisy se miran y se ríen, disfrutando del espectáculo.
Peach: ¡Nunca pensé que ver a Terry así sería tan divertido!
Daisy: ¡Sí! ¡Esto es lo mejor de la Navidad!
A medida que la risa se apodera de la sala, Terry, aún en el suelo, se da cuenta de que su broma le ha salido muy cara. Con una mueca de dolor y vergüenza, se levanta lentamente, mientras todos los presentes continúan riendo y disfrutando del momento.
Finalmente, Merlina, con una sonrisa satisfecha, se acerca a Terry y le dice:
Merlina: La próxima vez, piensa dos veces antes de intentar hacer una broma.
Y así, la fiesta continúa, llena de risas y buenos momentos, mientras Terry se convierte en el blanco de las bromas de todos.
Flowey con una sonrisa burlona: Ya ves Terry? Eso te pasa por darles ese tipo de regalos. Su sonrisa se vuelve malévola y ahora yo te tengo uno mejor! Terry abre y cuando lo ve, ve que es el mismo regalo que le dio a Flowey, un payaso macabro de una caja con susto.
Terry: AHHHHHHH!! Sale corriendo pero choca contra la pared.
Ghostface: Feliz Navidad! Y prospero año nuevo Terry!
La sala estalla en risas una vez más al ver a Terry, que aún aturdido por el impacto, se queda paralizado al ver a Ghostface, quien aparece de la nada con su icónica máscara y un cuchillo de juguete en la mano.
Ghostface: (con voz burlona) ¿Te gustaría unirte a la fiesta, Terry? ¡No te preocupes, solo es un poco de diversión!
Terry, aún temblando, se da la vuelta y ve a todos los presentes riendo a carcajadas. La escena es un caos de alegría y risas, y él se siente como el blanco de todas las miradas.
Merlina, con una sonrisa traviesa, se acerca a él y le susurra:
Merlina: ¿Ves? A veces las bromas pueden volverse en tu contra.
Doraemon, aún riendo, se acerca a Terry y le ofrece un dulce de su bolsillo.
Doraemon: Aquí, esto te hará sentir mejor. Pero la próxima vez, ¡piensa en lo que haces!
Terry, con una mezcla de vergüenza y resignación, toma el dulce y lo mira con desconfianza. Sin embargo, la risa de sus amigos lo hace sentir un poco mejor.
Vegeta, cruzando los brazos, añade:
Vegeta: No te preocupes, Terry. Al menos ahora sabes que no puedes jugar con los que saben jugar mejor.
Gokú, siempre optimista, se acerca a Terry y le da una palmadita en la espalda.
Gokú: ¡Vamos, amigo! ¡Es solo una broma! ¡La próxima vez, asegúrate de que sea una buena!
La Chilindrina, aún riendo, se acerca y le dice:
Chilindrina: ¡Y asegúrate de que no te pase lo mismo otra vez!
Mientras tanto, Flowey, con su sonrisa burlona, se acerca a Terry y le dice:
Flowey: No te preocupes, Terry. Siempre habrá una próxima vez. ¡Y yo estaré aquí para recordártelo!
La fiesta continúa, llena de risas y buenos momentos, mientras Terry, aunque avergonzado, se une a las risas de sus amigos. A pesar de su mal día, se da cuenta de que, al final, lo más importante es la diversión y la compañía de aquellos que lo rodean.
Ghostface, aún en su papel, se une a la diversión y comienza a hacer movimientos cómicos, lo que provoca que todos estallen en carcajadas una vez más. La noche avanza, y la sala se llena de música, risas y un ambiente festivo que nadie olvidará.
Y así, entre bromas y risas, la fiesta de Navidad se convierte en una celebración inolvidable, donde todos, incluso Terry, aprenden que a veces las mejores lecciones vienen envueltas en risas.