A Evil Casandra le preguntan si fue a la cárcel.
Evil Casandra recordando.
Casandra está checando su teléfono, luego escucha unas patrullas que la dejan sorprendida por un momento.
Policía: Quedas detenida por asesinato a más de mil personas y por todos los crímenes que se te acusa.
Casandra por un momento se indigna, pero luego sonríe siniestramente y dice.
Casandra: No sabes con quien te estás metiendo oficial estúpido. Que harás? Mandarme a la ley? No creo que sea fácil.
Policía: Claro que lo es, todo lo que digas será usado en tu contra, tienes derecho a un abogado.
Casandra se ríe con desdén: Abogado? Abogado mis ovarios, no necesito ayuda de un abogado para escapar, yo puedo hacerlo sola.
Policía: Ah sí, y como?
Casandra: Así.
Evil Casandra ataca con una fuerza sobrenatural al oficial. Los policías sorprendidos le disparan, pero ella aparece detrás de ellos y los tumba en un abrir y cerrar de ojos al suelo. Rompe las esposas y se sacude las manos.
Casandra: La policía solo aumenta mi diversión. Una sonrisa macabra se forma en su rostro.
Evil Casandra se endereza, disfrutando del caos que ha desatado. Con una risa fría y calculadora, observa a los oficiales caídos, sintiendo el poder que emana de su ser.
Casandra: (con voz burlona) ¿De verdad pensaron que podrían detenerme? Soy más que un simple criminal; soy una fuerza de la naturaleza.
Se acerca a uno de los policías, que intenta levantarse, y lo mira con desdén.
Casandra: (susurrando) ¿Sabes qué es lo más divertido de esto? No solo soy libre, sino que tengo un mundo entero que conquistar.
Con un movimiento rápido, lanza al oficial contra la pared, dejándolo inconsciente. Luego, se da la vuelta y se dirige hacia la salida, disfrutando de la adrenalina que corre por sus venas.
Casandra: (gritando) ¡Hasta la próxima, oficiales! Recuerden, siempre hay un juego más grande en el que participar.
Mientras se aleja, la risa de Casandra resuena en el aire, una melodía siniestra que deja a los policías temblando de miedo y confusión. La noche es joven, y ella tiene planes mucho más oscuros en mente.
Casandra: (murmurando para sí misma) El verdadero juego apenas comienza...