(Mundo de Minecraft) Steve se inca algo asustado sorprendido por lo que Alex se ha convertido y haber matado de una manera brutal a todos los mobs. Tiene los ojos como platos y una mirada sorpresa... Alex Yandere se acerca a él con una sonrisa diabólica y le acaricia la espalda y le repite la frase que ella dice al verlo.
Alex: Eres... Solo... Mío... Sonríe diabólicamente.
Steve no responde, se sienta que está congelado como un cubo de hielo. Se queda completamente callado y está tratando de procesar lo que acaba de pasar.
Alex se inclina un poco más hacia Steve, su sonrisa se ensancha mientras observa su reacción. La atmósfera se vuelve tensa, y el silencio se siente pesado, como si el aire estuviera cargado de electricidad.
Alex: "¿No estás feliz de verme así, Steve? He hecho todo esto por nosotros. Solo tú y yo, en este mundo lleno de posibilidades... y de enemigos."
Steve, aún paralizado, finalmente logra articular unas palabras, aunque su voz tiembla un poco.
Steve: "¿Qué... qué te ha pasado, Alex? Esto no eres tú..."
Alex se ríe suavemente, un sonido que resuena en el aire como un eco inquietante.
Alex: "Oh, pero sí soy yo. He encontrado mi verdadero yo, y ahora puedo protegerte de todo. No hay nada que temer, siempre y cuando estés a mi lado."
Steve siente un escalofrío recorrer su espalda. La mirada de Alex, antes llena de amistad y camaradería, ahora está teñida de una obsesión peligrosa.
Steve: "No necesito que me protejas de esa manera. Esto no es amor, Alex. Esto es... locura."
Alex se endereza, su expresión cambia de una sonrisa juguetona a una mirada intensa y decidida.
Alex: "¿Locura? No, Steve. Esto es devoción. Y si no puedes verlo, entonces tendré que mostrarte lo que significa ser verdaderamente mío."
Con un movimiento rápido, Alex se acerca más, su mano se aferra al brazo de Steve, y él siente la presión de su agarre. La oscuridad de la noche parece cerrarse a su alrededor, y Steve se da cuenta de que está atrapado en un juego del que no sabe cómo escapar.
Steve: "Alex, por favor... podemos hablar de esto. No tienes que hacer esto."
Alex: "No, Steve. Ya no hay más palabras. Solo hay acciones. Y yo haré lo que sea necesario para mantenerte a mi lado."
La risa de Alex resuena en la distancia, mientras Steve se da cuenta de que la única forma de salir de esta situación es enfrentarse a la nueva realidad de su amiga. Pero, ¿cómo se enfrenta a alguien que ha cruzado la línea entre la amistad y la obsesión?