Alucard al oír a Pandora de Underfail suelta una risa malévola.
Interesante, amenaza dices? Pues déjame decirte que aunque me asesines, yo puedo buscar una alma para regresar a la vida. Tu cuchillo, no sirve contra mí
Pandora, con una mirada desafiante, se cruzó de brazos y sonrió con desdén. "¿Crees que tus trucos de resurrección me asustan? He enfrentado a seres mucho más poderosos que tú, Alucard. Tu arrogancia es tu mayor debilidad."
Alucard, disfrutando del juego, se acercó un poco más, su risa resonando en el aire. "¿Debilidad? No, querida Pandora, es simplemente una certeza. La muerte es solo un paso más en mi camino. Cada vez que caigo, regreso más fuerte. ¿Y tú? ¿Qué harás cuando te enfrentes a la eternidad?"
Pandora, sin inmutarse, desenvainó su cuchillo, la hoja brillando con una luz oscura. "No necesito resucitar. Solo necesito acabar contigo una vez y para siempre. Tu ciclo de vida y muerte no me importa. Lo que importa es que hoy, aquí, tu historia termina."
Alucard se rió de nuevo, un eco siniestro que llenó el espacio. "Intenta lo que quieras, pero recuerda: cada intento de acabar conmigo solo alimenta mi poder. Estoy ansioso por ver hasta dónde llegarás antes de que te des cuenta de que no puedes vencer a la muerte misma."
La tensión en el aire se volvió palpable, y ambos se prepararon para el inevitable enfrentamiento, cada uno convencido de que su destino estaba escrito en la sangre.