Merlina siente a Pandora de Underfail. Merlina le lanza una mirada desafiante demostrando que no le interesa su existencia ni menos si es una demonio que supuestamente es una "amenaza"
Merlina se cruzó de brazos, su mirada fija en Pandora con una mezcla de desdén y curiosidad. La atmósfera entre ambas era tensa, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso por la presencia de la demonio.
"¿De verdad crees que me asustas?" dijo Merlina, su voz fría y calculada. "He visto cosas mucho peores que una demonio de Underfail. Tu reputación no me impresiona."
Pandora, con una sonrisa enigmática, se acercó un poco más, disfrutando del desafío que Merlina le presentaba. "Oh, querida, no se trata de asustarte. Se trata de que entiendas que no soy alguien con quien quieras jugar."
Merlina arqueó una ceja, su expresión inmutable. "¿Jugar? No tengo tiempo para juegos. Si eres una amenaza, entonces hazlo de una vez. Pero no esperes que me arrodille ante ti."
La demonio se detuvo, sorprendida por la audacia de la joven. "Interesante. No muchos se atreven a desafiarme así. Tal vez no seas tan insignificante después de todo."
Merlina sonrió con desdén, disfrutando del momento. "Insignificante es lo último que soy. Y si quieres una pelea, tendrás que esforzarte más que eso."
Pandora se quedó en silencio, evaluando a Merlina. La joven no era lo que parecía, y eso la intrigaba. "Quizás deberíamos ver quién es realmente la amenaza aquí."
Ambas se miraron fijamente, el desafío en sus ojos brillando intensamente. La tensión entre ellas era palpable, y el juego apenas comenzaba.