A Ayano Yandere le preguntan que opina del chavo del 8.
Ayano: Un buen programa... Antes de que tomara este camino... Mi infancia se perdió... Solo veo celos y envidia con que no se acerquen a mi senpai...
Ayano escucha la risa del chavo resonando en su mente.
Ayano empieza a llorar fuerte y grita: Porque soy así!? A veces quisiera haberme hecho amiga de ese niño! tira sus cosas y comienza a llorar
Ayano, con lágrimas en los ojos, se deja llevar por la tormenta de emociones que la abruma. La risa del Chavo del 8, que solía ser un eco de alegría en su infancia, ahora se convierte en un recordatorio de lo que ha perdido.
Ayano: sollozando "¿Por qué no pude ser como los demás? ¿Por qué no pude disfrutar de esos momentos sin celos ni obsesiones? Todo lo que quería era ser feliz... y ahora solo siento vacío."
Mientras se sienta en el suelo, rodeada de sus cosas esparcidas, su mente divaga entre recuerdos de risas y juegos, y la oscura realidad que ha creado a su alrededor.
Ayano: "Si tan solo hubiera podido acercarme a él... tal vez las cosas habrían sido diferentes. Tal vez no tendría que sentirme así... tal vez no tendría que ser esta persona."
Con un suspiro profundo, se seca las lágrimas y se levanta lentamente, decidida a no dejar que esos recuerdos la consuman.
Ayano: "No puedo dejar que el pasado me defina. Si no puedo tener lo que quiero, entonces haré lo que sea necesario para proteger a mi senpai... incluso si eso significa seguir este camino oscuro."
Con una mirada resuelta, Ayano recoge sus cosas y se prepara para enfrentar lo que venga, sabiendo que su amor por su senpai es lo único que la mantiene en pie, a pesar de la tormenta que la rodea.