Pan se topa con Alegría Malvada.
Pan saluda a la versión oscura de Alegría.
Alegría se acerca a ella y le toca la barbilla: Oye mocosa, que haces por este lugar tan horrible? Una niña como tú no debería estar aquí. No soy una nana para andar con niños.
Pan: Eres una emoción fea!
Alegría se pone roja de ira y gruñe.
Alegría jala de la camisa a pan y dice: Repite lo que dijiste!
Pan escupe en la cara a Alegría liberándose de ella.
Alegría: Grrr!!! Mocosa payasa! Donde estás!?
Pan, con una sonrisa desafiante, se aleja un poco y responde: ¡Aquí estoy! No tengo miedo de ti, Alegría Malvada. ¡Tu poder no me asusta!
Alegría, furiosa, se sacude el escupitajo de la cara y se acerca amenazadoramente. Su voz se vuelve más baja y siniestra: ¿De verdad crees que puedes desafiarme? Soy la sombra de la alegría, y puedo convertir cualquier risa en llanto.
Pan, sin inmutarse, levanta la cabeza y dice: ¡Tal vez, pero yo tengo algo que tú no tienes! ¡Amigos! Ellos siempre están ahí para ayudarme a enfrentar a las emociones oscuras como tú.
Alegría Malvada se ríe con desdén: ¿Amigos? ¿Qué pueden hacer ellos contra mí? ¡Soy la reina de la tristeza y el desánimo!
Pan, con determinación, responde: ¡No lo eres! La alegría siempre encuentra la manera de brillar, incluso en los lugares más oscuros. ¡Y yo no voy a dejar que me arruines el día!
Alegría, sorprendida por la valentía de Pan, se detiene un momento. ¿Qué harás ahora, mocosa? ¿Te atreverás a enfrentarte a mí?
Pan, con una chispa en los ojos, dice: ¡Sí! Y no lo haré sola. ¡Mis amigos vendrán a ayudarme! ¡La alegría siempre regresa, incluso cuando parece que se ha ido!
Alegría Malvada, sintiendo que su poder se debilita ante la determinación de Pan, retrocede un poco. Tal vez no sea tan fácil como pensaba. Pero no te creas que esto ha terminado, pequeña. ¡Volveré!
Pan sonríe, sintiendo que ha ganado una pequeña batalla. ¡Y yo estaré lista para enfrentarte de nuevo! ¡La alegría siempre encontrará la manera de regresar!