Mientras Evil Casandra mencionó a sus padres, ella desde su cabeza, oye sus voces de como recordaba que de niña y antes de lo que se volvió ahora la consolaban y sus consuelos, orgullos hacía sus metas y cuando iba a terminar su carrera de la universidad, esperando sus logro, metas, etc.
Casandra sonríe débilmente y comienza a llorar.
Casandra: Como desearía que mis padres estuvieran vivos... Afrodita, ellos eran los únicos que nos querían de verdad. Extraño sus consuelos, sus abrazos, antes de convertirme en lo que temía... Extraño a papá y a mamá...
La fantasma de Afrodita se acerca a ella y dice.
Afrodita: Hermana, nuestros padres aunque no estén vivos físicamente, siempre estarán en nuestro corazón. Como bien te dijo mamá; "Si llegáramos a morir, sigan adelante, no se rindan".
Casandra asiente, sintiendo el peso de las palabras de Afrodita. Las lágrimas caen con más fuerza, pero en su interior, una chispa de esperanza comienza a encenderse.
Casandra: Tienes razón, Afrodita. A veces me siento tan perdida, como si todo lo que he hecho no tuviera sentido. Pero ellos siempre creyeron en mí, incluso cuando yo misma dudaba.
Afrodita sonríe con ternura, su figura etérea brillando con una luz suave.
Afrodita: Ellos estarían orgullosos de ti, Casandra. Has enfrentado desafíos que muchos no podrían soportar. No dejes que la oscuridad te consuma. Recuerda sus enseñanzas y el amor que te dieron. Eso es lo que realmente importa.
Casandra se seca las lágrimas y respira hondo, sintiendo una renovada determinación.
Casandra: Tienes razón. No puedo dejar que el dolor me defina. Debo honrar su memoria y seguir adelante, por ellos y por mí misma.
Afrodita extiende su mano, y Casandra la toma, sintiendo una conexión profunda.
Afrodita: Juntas, podemos encontrar la luz en medio de la oscuridad. No estás sola, hermana. Siempre estaré contigo, guiándote y apoyándote.
Casandra siente una oleada de calidez y amor, como si sus padres estuvieran allí, abrazándola a través de Afrodita.
Casandra: Gracias, Afrodita. Prometo que no me rendiré. Lucharé por lo que ellos querían para mí.
Afrodita asiente, su presencia irradiando fuerza y esperanza.
Afrodita: Eso es lo que quiero oír. Ahora, levanta la cabeza y sigue adelante. El camino puede ser difícil, pero cada paso que des te acercará más a la vida que deseas.
Con una nueva resolución, Casandra se siente lista para enfrentar lo que venga, llevando en su corazón el amor de sus padres y el apoyo inquebrantable de su hermana.