Wall E se topa con Alegría Malvada.
Alegría con desdén: Quítate Wall E! No tengo tiempo para robotcitos.
Wall E: Alegría, esa manera de contestar no está bien. Se que puedes ser de nuevo tú misma!
La fantasma de Desagrado aparece y dice.
Desagrado: Alegría, deberías hacerle caso a Wall e, recuerda que Wall E siempre ha sido positivo al igual que tú
Alegría, con una mueca de desdén, responde: "¿Positivo? ¿Qué sabe un robot de emociones? ¡No tengo tiempo para tus tonterías, Wall E!"
Wall E, con su voz suave y mecánica, insiste: "Pero Alegría, incluso en los momentos difíciles, siempre hay una chispa de luz. Recuerda lo que te hace brillar."
Desagrado, flotando en el aire, interviene: "Alegría, no puedes dejar que la negatividad te consuma. Wall E tiene razón. La alegría no se trata solo de sonrisas, sino de encontrar la esperanza incluso en la tristeza."
Alegría, visiblemente conflictuada, mira a Wall E y luego a Desagrado. "Pero... ¿y si no puedo volver a ser quien era? ¿Y si esta tristeza se queda conmigo para siempre?"
Wall E se acerca un poco más, su voz llena de empatía: "Todos enfrentamos momentos oscuros, Alegría. Pero tú tienes el poder de elegir cómo responder. Puedes encontrar la luz nuevamente, incluso si parece lejana."
Desagrado, aunque un poco reacia, asiente: "Tal vez deberías darle una oportunidad. A veces, la alegría se encuentra en los lugares más inesperados."
Alegría, con una mezcla de duda y esperanza, finalmente dice: "Está bien, Wall E. Te escucharé. Quizás haya una forma de recuperar esa chispa. Pero necesitaré tu ayuda."
Wall E sonríe, su pequeño corazón mecánico latiendo con fuerza. "¡Juntos podemos hacerlo! La alegría siempre encuentra su camino de regreso."
Y así, con la ayuda de Wall E y la guía de Desagrado, Alegría comienza su viaje para redescubrir su esencia, recordando que incluso en la adversidad, siempre hay espacio para la luz.