Tristeza se queda en silencio al oír a Terry decir feliz navidad y proponer celebrarla. Los demás miran con desprecio a Terry indicando que no apoyan su idea: La navidad me trae malos recuerdos Terry, no creo que la navidad cambie mi humor
Terry, con su habitual optimismo, no se dejó desanimar por las miradas de desprecio que recibió de sus amigos. "Vamos, chicos, la Navidad puede ser un momento para dejar atrás lo malo y crear nuevos recuerdos", insistió, tratando de iluminar el ambiente.
Tristeza, que había estado en silencio, finalmente habló. "Terry, entiendo tus intenciones, pero para mí, la Navidad siempre ha sido un recordatorio de lo que he perdido. No puedo simplemente ignorar eso", dijo con una voz suave pero firme.
Los demás asintieron, compartiendo la misma sensación. "Es difícil celebrar cuando el pasado pesa tanto", comentó uno de ellos. "La Navidad puede ser un tiempo de alegría para algunos, pero para otros es un recordatorio de lo que no tenemos".
Terry, sintiendo la carga emocional en la habitación, decidió cambiar su enfoque. "Quizás en lugar de celebrar la Navidad de la manera tradicional, podríamos encontrar una forma de honrar esos recuerdos y, al mismo tiempo, crear algo nuevo. ¿Qué tal si hacemos una reunión donde compartamos historias y apoyemos a los que se sienten tristes?"
La propuesta de Terry, aunque no era lo que había imaginado al principio, comenzó a resonar en el grupo. Tristeza, aunque aún dudosa, sintió que tal vez podría ser un espacio seguro para abrirse y compartir. "Podría funcionar", murmuró, mirando a los demás.
Así, poco a poco, la idea de Terry se transformó en un plan que, aunque no era una celebración típica, ofrecía la oportunidad de conectar y sanar juntos.