Pennywise al ver a Pandora de Underfail sonríe macabramente y dice Tú? matarme? yo soy la eternidad... Así que no puede un demonio acabar conmigo
Pandora se ríe y responde a Pennywise ¡Pennywise, ingenuo! La eternidad no te salvará de mi malicia. No subestimes el poder de Pandora de Underfail. Teme, pues soy un demonio que puede destruirte.
¡Oh, Pandora! Tu valentía solo alimenta mi diversión. La eternidad en las alcantarillas es donde mora el verdadero terror. No te engañes, ¡yo soy el mal encarnado que camina en las sombras!
Pandora se acerca, su risa resonando en el aire como un eco siniestro.
¿Mal encarnado? ¡Qué adorable! Pero dime, Pennywise, ¿qué es el terror sin un poco de caos? Yo soy la tormenta que arrasa con todo a su paso, y tú, querido payaso, eres solo un susurro en la oscuridad.
Pennywise se inclina hacia adelante, sus ojos brillando con un destello de locura.
¡Caos! ¡Oh, cómo me encanta el caos! Pero recuerda, demonio, que en mis dominios, el miedo es el rey. Tus trucos y artimañas no son más que fuegos artificiales ante la eternidad de mi horror.
Pandora cruza los brazos, su sonrisa se vuelve más siniestra.
¿Miedo? ¿Eternidad? Te has olvidado de algo fundamental, Pennywise. El miedo puede ser un aliado, pero también un enemigo. Y yo tengo el poder de convertir tus peores pesadillas en realidad.
Pennywise suelta una risa estruendosa, resonando en las paredes de la alcantarilla.
¡Inténtalo! Pero recuerda, cada vez que creas que me has atrapado, yo me reinvento. Soy el maestro de la ilusión, y tú, Pandora, solo eres una sombra en mi espectáculo.
Pandora se acerca aún más, su mirada fija y desafiante.
Entonces, hagamos un trato, Pennywise. Un juego de mentes y sombras. Si realmente eres el maestro del terror, demuéstralo. Pero si fallas, serás solo otro eco olvidado en el abismo.
Pennywise se detiene, su sonrisa se ensancha.
¡Un juego! ¡Me encanta! Pero ten cuidado, Pandora. En este juego, el que ríe al final es el que se queda con el alma del otro. ¿Estás lista para jugar con el verdadero terror?