Jason a pesar de no hablar ve como Terry lo está convenciendo de ir a su fiesta de navidad.
Jason agarra su libreta y comienza a escribir.
"Bueno, desprecio decirlo. Pero como veo que para ti la navidad es más que una simple celebración. Bueno, pero una cosa... Si veo que tu "fiesta" sale mal, tu muerte es segura"
Terry se ríe, sin entender del todo la amenaza velada en las palabras de Jason. "Vamos, Jason, no será tan malo. Solo será un grupo de amigos, buena música y un par de juegos. Además, ¡tendremos comida deliciosa! ¿Qué más puedes pedir?"
Jason levanta la vista de su libreta, con una ceja arqueada. "No sé, tal vez un poco de paz y tranquilidad. Pero si insistes en hacer esto, tendré que prepararme para lo peor."
"¡Eso es el espíritu navideño!" exclama Terry, dándole una palmadita en la espalda. "Y si algo sale mal, prometo que seré el primero en asumir la responsabilidad. Pero confía en mí, todo saldrá bien."
Jason suspira, sintiendo que la presión de la fiesta se cierne sobre él. "Está bien, pero solo porque me has prometido que habrá buena comida. Y no te olvides de que tengo un ojo en ti. Si algo sale mal, no dudaré en recordarte esta conversación."
"Trato hecho," dice Terry, sonriendo con satisfacción. "¡Te prometo que será una noche inolvidable! Ahora, ¿qué te parece si empezamos a planear algunas sorpresas para los demás?"
Jason vuelve a su libreta, escribiendo con más entusiasmo. "Sorpresas, eh... Bueno, eso podría hacer que la cosa sea más interesante. Pero recuerda, si algo sale mal, no habrá perdón."