Murder Sans responde con su típica calma: No sé si debería sentirme halagado o preocupado, Ennui. ¿Qué planes tienes hoy? La atmósfera se vuelve tensa, mientras ambos intercambian miradas que reflejan sus intenciones ocultas.
Ennui, con su sonrisa malvada, da un paso adelante y dice: Solo vine a ver hasta dónde llega tu suerte.... La conversación se torna intrigante, llena de sutilezas y ominosas insinuaciones.
La fantasma de Envidia al ver la tensión dice.
Envidia: No estés hablando con ese idiota y mejor vámonos!
Ennui Siniester: Tú cierra el pico. Este asunto es entre Sans y yo.
Envidia resopla.
La atmósfera se espesa, como si el aire mismo estuviera cargado de electricidad. Envidia, con su mirada fulminante, se siente cada vez más incómoda ante la inminente confrontación.
Envidia: No puedo quedarme de brazos cruzados mientras juegan a ser dioses. ¡Esto no es un juego, Ennui!
Ennui, ignorando su preocupación, se vuelve hacia Sans, su sonrisa se ensancha.
Ennui: ¿Ves, Sans? Hasta ella lo entiende. La vida es un juego, y tú, mi amigo, estás en la jugada equivocada.
Sans, con su habitual calma, se encoge de hombros.
Sans: Tal vez, pero a veces la suerte no es más que una ilusión. ¿Qué tal si te muestro que no todo es lo que parece?
Ennui se ríe, un sonido que resuena en el aire como un eco siniestro.
Ennui: Oh, me encanta cuando hablas así. Pero recuerda, la ilusión puede ser más poderosa que la realidad.
Envidia, frustrada, da un paso adelante.
Envidia: ¡Basta! No voy a permitir que este juego continúe.
Sans la mira, su expresión inmutable.
Sans: A veces, Envidia, es mejor dejar que las cosas sigan su curso. Después de todo, el destino tiene su propio sentido del humor.
Ennui asiente, disfrutando del intercambio.
Ennui: Exactamente. Y yo estoy aquí para ver cómo se desarrolla esta comedia.
La tensión se intensifica, y el aire parece vibrar con la promesa de lo que está por venir. ¿Quién saldrá victorioso en este juego de astucia y engaño?