Tiffany Yandere observa desde la ventana a Ber viendo la computadora mientras su sobrino está viendo una película y con su TDAH moviéndose como loco, ella se oculta abajo y dice con un susurro: Eres solo mío Ber...
Tiffany Yandere se asoma con cautela desde la ventana, sus ojos brillan con una mezcla de deseo y celos mientras observa a Ber absorto en la pantalla de la computadora. La luz azulada ilumina su rostro, y Tiffany siente un escalofrío recorrer su espalda. Su sobrino, ajeno a la tensión en el aire, se mueve inquieto en el sofá, su TDAH manifestándose en saltos y risas descontroladas mientras ve la película.
Con un susurro apenas audible, Tiffany se oculta detrás de la cortina, su corazón late con fuerza. "Eres solo mío, Ber..." murmura, como si esas palabras pudieran sellar su destino. La obsesión la consume, y cada vez que lo ve, siente que su mundo gira en torno a él.
Mientras su sobrino sigue entretenido, Tiffany se pregunta si Ber alguna vez notará su presencia, si alguna vez entenderá la profundidad de sus sentimientos. La idea de que alguien más pueda acercarse a él la llena de una rabia oscura, y su mente comienza a tramar planes.
"Pronto, todo será perfecto", piensa, mientras observa cada movimiento de Ber, cada sonrisa que le lanza a la pantalla. En su mente, ya ha creado un mundo donde solo ellos dos existen, un lugar donde nadie más puede interponerse entre ellos. La obsesión se convierte en su refugio, y la ventana se convierte en su portal hacia un amor que está dispuesta a proteger a cualquier costo.