Alegría Malvada se ríe a carcajadas al oír a Pandora y dice con burla: Oh pandorita. Pobre diablo, creyendo que da miedo solo por tener ese miserable cuchillo de oro y puede matar a cualquiera. Soy la reina del caos, soy la felicidad y eso no puedes eliminarlo. De verdad crees que me asustas?
Pandora, con una mirada desafiante, responde: "No se trata solo del cuchillo, Alegría. El verdadero poder no reside en el oro, sino en la capacidad de enfrentar tus propios miedos. Tu risa puede ser contagiosa, pero el caos que siembras también tiene sus límites. La felicidad que proclamas no puede existir sin un equilibrio, y yo estoy aquí para recordarte que incluso la reina del caos puede caer."
Alegría Malvada se detiene un momento, su risa se apaga y una sombra de duda cruza su rostro. "¿Equilibrio? ¿Qué sabes tú de eso? La vida es un juego, y yo soy la que mueve las piezas. Pero, tal vez, deberías mostrarme que tienes algo más que palabras vacías."
Pandora, con una sonrisa serena, responde: "Las palabras pueden ser poderosas, pero mis acciones hablarán por mí. No subestimes la fuerza de la esperanza, porque incluso en medio del caos, puede florecer."