A Evil Jax recordando el chavo y su risa, su tono burlón cambia a tristeza y grita.
Jax: Porque!? Porque!? A veces quisiera haberme hecho amigo de ese niño!!!
Jax comienza a llorar fuertemente mientras la fantasma de Pomni lo tranquiliza
La escena se desarrolla en un ambiente sombrío, donde la risa del Chavo resuena en la mente de Jax, evocando recuerdos de una infancia que nunca tuvo. Su tono burlón se quiebra, y la tristeza inunda su ser.
Jax: (gritando) ¡Porque!? ¡Porque!? A veces quisiera haberme hecho amigo de ese niño!!!
Las lágrimas caen por su rostro, y su risa burlona se transforma en un llanto desgarrador. La imagen del Chavo, con su característico gorro y su sonrisa inocente, lo atormenta. En ese momento, la figura etérea de Pomni aparece a su lado, su presencia es reconfortante y llena de luz.
Pomni: (con voz suave) Jax, no llores. A veces, los recuerdos pueden ser dolorosos, pero también son una parte de nosotros.
Jax, entre sollozos, siente la calidez de la fantasmal Pomni, quien se acerca y le coloca una mano en el hombro.
Jax: (sollozando) Pero... ¿por qué no pude ser como él? ¿Por qué no pude tener amigos?
Pomni: (con empatía) Todos tenemos nuestras luchas, Jax. El Chavo encontró alegría en lo simple, en la amistad. Pero eso no significa que tú no puedas encontrar tu propio camino hacia la felicidad.
Jax mira a Pomni, sus ojos aún llenos de lágrimas, pero comienza a calmarse. La tristeza sigue presente, pero la comprensión empieza a abrirse paso.
Jax: (susurrando) ¿Crees que aún hay tiempo para cambiar?
Pomni: (sonriendo) Siempre hay tiempo, Jax. La vida es un viaje, y cada día es una nueva oportunidad para encontrar conexiones y crear recuerdos.
Jax asiente lentamente, sintiendo que, aunque el pasado no se puede cambiar, el futuro aún está por escribirse. La risa del Chavo se convierte en un eco lejano, y en su corazón, una chispa de esperanza comienza a brillar.