El Gritón al oír a Terry decir "Feliz Navidad" y proponer celebrarla, grita demasiado fuerte hacia Terry haciéndolo temblar. Los demás miran a Terry con desprecio indicando que no apoyan su idea
El Gritón, con su voz atronadora, interrumpió el ambiente festivo que se había creado en la sala. "¡Feliz Navidad! ¡Qué idea tan absurda!", exclamó, haciendo que las paredes temblaran. Terry, que había intentado proponer una celebración alegre, se encogió un poco, sintiendo el peso del desprecio en las miradas de los demás.
Los rostros de sus compañeros se tornaron serios, y algunos incluso se cruzaron de brazos, como si la mera mención de la Navidad fuera un sacrilegio. "¿De verdad crees que deberíamos celebrar algo tan trivial?", murmuró uno de ellos, mientras otro asentía con desdén.
Terry, sintiendo la presión de la situación, intentó defender su idea. "Pero, ¿no es un momento para unirnos y compartir? La Navidad puede ser una oportunidad para dejar de lado nuestras diferencias", dijo, su voz temblando un poco.
El Gritón, sin embargo, no estaba dispuesto a ceder. "¡Unirnos! ¡Ja! ¿Y para qué? ¿Para fingir que todo está bien cuando sabemos que no lo está? ¡No necesitamos una fiesta para eso!", retumbó, y su risa resonó en el aire, dejando a Terry aún más desanimado.
Los demás continuaron mirándolo con desdén, y la atmósfera se volvió tensa. Terry sintió que su propuesta se desvanecía, atrapada entre el grito del Gritón y la desaprobación de sus compañeros. Sin embargo, en su interior, una chispa de esperanza aún brillaba. Quizás, solo quizás, había una manera de hacer que entendieran el verdadero significado de la celebración.