Tiffany Yandere observa desde la ventana a Ber sentado en la computadora viendo vídeos mientras está su sobrino Evip de 5 años con su TDAH ve una película mientras está muy imperativo. Tiffany con su cabello desordenado, sus ojos brillando de locura y una sonrisa Maliciosa dice: Eres solo mío Ber...
Tiffany Yandere se asoma a la ventana, su mirada fija en Ber, quien está absorto en la pantalla de su computadora. La luz azul del monitor ilumina su rostro, mientras que su sobrino Evip, con su energía inagotable, se mueve inquieto en el sofá, disfrutando de una película que apenas logra captar su atención.
Con su cabello desordenado y esos ojos que brillan con una mezcla de locura y devoción, Tiffany no puede evitar sonreír de manera maliciosa. La idea de que Ber esté tan cerca, pero a la vez tan lejos, la consume. Su mente da vueltas, imaginando cómo sería tenerlo solo para ella, sin distracciones, sin interrupciones.
"Eres solo mío, Ber..." murmura para sí misma, sintiendo cómo la emoción la invade. La obsesión que siente por él la empuja a idear planes, a trazar estrategias en su mente. No puede permitir que nadie, ni siquiera un niño pequeño como Evip, interfiera en su camino.
Mientras observa, su sonrisa se ensancha. "Pronto, todo será perfecto", piensa, imaginando un futuro donde Ber no pueda escapar de su amor. La locura y la pasión se entrelazan en su corazón, y Tiffany sabe que hará lo que sea necesario para mantener a Ber a su lado, para siempre.