Ber al ver como sus amigos miran a Terry con desprecio y su familia también, Ber con una sonrisa burlona le dice a Terry.
Ber: Ves? Ni mi familia quiere celebrar la navidad contigo. Patético! Los demás incluyendo la familia de Ber lo apoyan.
Terry, sintiendo el peso de las palabras de Ber y la mirada de desprecio de los demás, intenta mantener la calma. Su corazón late con fuerza, pero decide no dejarse llevar por la rabia.
Terry: (con voz temblorosa pero firme) ¿Sabes qué, Ber? La Navidad no se trata de ser aceptado por los demás. Se trata de compartir amor y alegría, incluso con aquellos que no lo entienden.
Los amigos de Ber se ríen, pero Terry sigue adelante, buscando en su interior la fuerza para no dejarse vencer.
Terry: (mirando a los demás) Si no quieren celebrar conmigo, está bien. Pero no necesito su aprobación para disfrutar de esta época. La Navidad es para todos, incluso para aquellos que eligen el desprecio en lugar de la bondad.
Ber se queda en silencio, sorprendido por la respuesta de Terry. La risa de sus amigos se apaga un poco, y por un momento, la tensión en el aire se siente diferente. Terry se da cuenta de que, aunque no puede cambiar la opinión de los demás, sí puede elegir cómo reaccionar ante ella.
Terry: (con una sonrisa) Así que, si quieren seguir con su desprecio, es su elección. Yo seguiré celebrando la Navidad, porque sé que hay quienes valoran el verdadero espíritu de estas fiestas.
Con esas palabras, Terry se aleja, dejando atrás las miradas despectivas y buscando un lugar donde pueda encontrar un poco de paz y alegría.