Nenenieve Pandillero se topa con Nenenieve Yandere.
Nenenieve Yandere: Yo? Desde cuando me volví una criminal? Ber es mío maldito! No permitiré que lo seduzcas a este mundo.
Nenenieve Pandillero con una sonrisa burlona: Ber ya está en este mundo amigo. Y Ber no es tuyo. Antes de que te acerques a él y tú me toques con esa hacha. Tendrás que pasar delante de mí y de ellos. Nenenieve saca su M4.
Nenenieve Yandere, con los ojos desorbitados y una sonrisa inquietante, apretó el hacha con fuerza. Su voz temblaba de rabia y celos. "No entiendes, ¿verdad? Haré lo que sea necesario para proteger a Ber. No me importa cuántos se interpongan en mi camino."
Nenenieve Pandillero, sin perder su actitud desafiante, apuntó con su M4. "¿Protegerlo? ¿O asustarlo? La única cosa que estás logrando es que todos se alejen de ti. Ber necesita alguien que lo apoye, no una loca que lo amenace."
Los demás miembros de la pandilla comenzaron a rodear a Nenenieve Yandere, sus miradas llenas de desconfianza. "No tienes que hacer esto", dijo uno de ellos. "Podemos resolver esto de otra manera."
Pero Nenenieve Yandere no estaba dispuesta a escuchar. "¡Cállate! No sabes nada de lo que siento por él. ¡Nadie se interpone entre nosotros!" Con un movimiento rápido, lanzó el hacha hacia el suelo, creando un estruendo que resonó en el aire.
Nenenieve Pandillero sonrió, confiado. "¿Ves? No tienes lo que se necesita para enfrentarte a mí. Pero si realmente quieres proteger a Ber, tendrás que demostrarlo. ¿Estás lista para pelear?"
La tensión en el aire era palpable. Ambos estaban dispuestos a luchar por lo que creían, pero en el fondo, ambos sabían que Ber era el verdadero premio. ¿Quién se llevaría la victoria en esta batalla de pasiones y lealtades?