Dustbelief Afrodita se topa con Mr. Satán.
La gente empieza a halagar a Mr. Satán diciendo que derrote a Dustbelief Afrodita.
La fantasma de Evil Casandra sonríe con desprecio.
Casandra: Este tipo no sabe lo que le espera.
Dustbelief Afrodita sonríe malévolamente y dice: A veces... Hay que pelear sean o no los oponentes indicados. Da igual si se ven disfrazados como payasos. No hay que dejarse engañar.
Mr. Satán, con su característico aire de confianza, se ajusta el cinturón y se prepara para el combate. La multitud lo anima, pero en su interior, siente una mezcla de emoción y nerviosismo. Dustbelief Afrodita, con su aura oscura y su sonrisa siniestra, parece estar disfrutando del momento.
Mr. Satán: "¡Vamos, Dustbelief! ¡No subestimes a un campeón como yo! He derrotado a enemigos mucho más fuertes que tú."
Dustbelief Afrodita: "¿Un campeón? ¿De verdad crees que eso te salvará? La fuerza no siempre se mide en músculos, querido. A veces, la mente es el arma más poderosa."
La fantasma de Evil Casandra observa desde las sombras, su risa resonando en el aire. Ella sabe que Dustbelief tiene un as bajo la manga, y que la batalla no será tan sencilla como parece.
Casandra: "¡Oh, esto va a ser divertido! Mr. Satán, ¿estás listo para ser el payaso de esta función?"
Dustbelief Afrodita avanza, su energía oscura envolviéndola como un manto. Con un movimiento de su mano, invoca una serie de ilusiones que rodean a Mr. Satán, haciéndolo dudar.
Mr. Satán: "¡No me dejes engañar! ¡Sé que son solo trucos!"
Dustbelief Afrodita: "¿Y si lo son? Pero, ¿qué tal si no? La duda es un enemigo más peligroso que cualquier golpe físico."
La multitud observa con expectación, algunos animando a Mr. Satán, otros intrigados por la presencia de Dustbelief. La tensión en el aire es palpable, y la batalla está a punto de comenzar.
Mr. Satán respira hondo, recordando sus entrenamientos y su determinación. Con un grito de guerra, se lanza hacia Dustbelief, decidido a demostrar que, a pesar de las apariencias, él es un verdadero luchador.
Dustbelief Afrodita, con una risa burlona, se prepara para el enfrentamiento, sabiendo que esta pelea será más que un simple combate físico; será un juego de mente y voluntad.