Murder Sans se topa con Dios.
Murder Sans al verlo, decide quedarse callado. Sabe que Dios es un ser superior y más poderoso que él. Por lo que decide retirarse.
Sans antes de retirarse, quería gruñir, maldecir, sonreír de maneras que a dios no le gusta u otras cosas relacionadas a la maldad, pero sabe que está en el cielo y no puede hacer eso.
El fantasma de Papyrus aparece y dice: Sans, dios no está aquí para juzgarte. Dios no juzga a nadie, ni te odia a pesar de que seas malo.
Murder Sans: Papyrus, pero él es la luz y la bondad, que para mí no existe. Mientras que yo escojo la oscuridad y la maldad. Eso no hará que cambie solo por que dios esté aquí
Papyrus, con su habitual entusiasmo y optimismo, intenta convencer a su hermano. "¡Pero Sans! La luz no es solo para los que son buenos. A veces, incluso los que han hecho cosas malas pueden encontrar su camino hacia la redención. Dios no está aquí para cambiarte, sino para ofrecerte una oportunidad."
Murder Sans se cruza de brazos, su mirada fría y desafiante. "¿Oportunidad? ¿Para qué? ¿Para ser un títere de la bondad? No necesito eso. He elegido mi camino, y no me importa lo que piensen los demás, ni siquiera Dios."
El fantasma de Papyrus se acerca, su expresión llena de preocupación. "No se trata de ser un títere, hermano. Se trata de encontrar un propósito, de ver que incluso en la oscuridad hay un destello de luz. No tienes que cargar con ese peso solo. Siempre hay una salida."
Murder Sans se ríe, una risa amarga. "¿Y qué salida es esa? ¿La de ser un héroe? No soy un héroe, Papyrus. Soy un monstruo, y eso es lo que soy. No puedo cambiarlo, y no quiero."
Papyrus suspira, sintiendo la tristeza en el aire. "No tienes que ser un héroe para ser mejor. A veces, solo se necesita un pequeño paso hacia la luz. No tienes que hacerlo solo. Estoy aquí para ti, siempre."
Murder Sans mira a su hermano, sintiendo una chispa de conflicto en su interior. "No sé si puedo, Papyrus. La oscuridad es todo lo que conozco. La bondad me parece ajena, como un sueño del que nunca podré despertar."
"Quizás," dice Papyrus con una sonrisa esperanzadora, "pero incluso los sueños pueden hacerse realidad si te atreves a dar el primer paso. No tienes que dejar de ser quien eres, solo puedes elegir cómo quieres vivir."
Murder Sans se queda en silencio, contemplando las palabras de su hermano. La lucha entre la oscuridad y la luz se libra en su interior, y aunque su corazón está lleno de sombras, una pequeña parte de él comienza a cuestionar si realmente está listo para dejar de lado su pasado.