Evil Casandra ve el Machu Picchu y dice.
Evil Casandra: Perú? Bueno, estamos casi cerca de nuestro país...
La fantasma de Afrodita dice: Vaya hermana, recuerdas cuando fuimos a Perú con Andferd? (El hermano de ambas) también con papá y mamá. Que recuerdos del ceviche, lomo saltado, la causa... Eran platillos excelentes. Me dan ganas de probar unos...
Evil Casandra: ¡Oh, sí! No puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde aquel viaje. Recuerdo cómo Andferd se emocionaba con cada plato que probábamos. Aunque, claro, siempre terminaba pidiendo algo que no podía pronunciar bien.
La fantasma de Afrodita: (riendo) ¡Exacto! Y tú siempre le corregías la pronunciación. Pero, ¿te acuerdas de aquella vez que intentó hacer ceviche en casa? Fue un desastre total. ¡El pescado estaba más duro que una piedra!
Evil Casandra: (sonriendo) Sí, y tú no parabas de reírte. Pero, a pesar de todo, esos momentos juntos eran lo mejor. La comida, la cultura, la historia... Machu Picchu siempre fue un lugar mágico para nosotros.
La fantasma de Afrodita: Definitivamente. Y ahora, aquí estamos, de vuelta en Perú, aunque de una manera diferente. Tal vez deberíamos buscar un buen restaurante peruano y revivir esos sabores.
Evil Casandra: ¡Buena idea! Pero esta vez, prometo no dejar que Andferd intente cocinar. Mejor disfrutemos de lo que los expertos hacen. ¡Vamos a buscar un ceviche que nos haga recordar esos días!