Murder Sans derrota a las chicas superpoderosas, aunque odia hacerlo.
Murder Sans no les advierte solo suelta una risa macabra. Aunque soltó la risa, se notaba enojado porque peleó con unas niñitas.
Murder Sans observó a las Chicas Superpoderosas desde la sombra, su mirada fría y calculadora se posó en ellas. Sabía que enfrentarse a unas niñas no era lo que deseaba, pero la situación lo había llevado a ese punto. Con un suspiro de frustración, se preparó para el combate.
Las Chicas Superpoderosas, ajenas a su desdén, se lanzaron hacia él con determinación. "¡No te dejaremos ganar, Murder Sans!" gritó Burbuja, mientras que Bellota y Blossom se posicionaban a su lado, listas para luchar.
Sin embargo, a medida que la pelea avanzaba, Murder Sans se dio cuenta de que sus movimientos eran más rápidos y precisos. A pesar de su risa macabra, su corazón se sentía pesado. No quería lastimarlas, pero sabía que debía cumplir con su misión.
Con un movimiento ágil, esquivó un ataque de Blossom y contraatacó, pero en lugar de golpear con toda su fuerza, optó por desviar su golpe. "No es personal, chicas", murmuró, su voz cargada de desdén y resignación. "Solo estoy haciendo lo que debo hacer".
Las Chicas Superpoderosas, sorprendidas por su falta de agresividad, comenzaron a dudar. "¿Por qué no luchas con todas tus fuerzas?" preguntó Bellota, con una mezcla de confusión y desafío.
Murder Sans se detuvo por un momento, su mirada se suavizó. "Porque no quiero hacerles daño. Pero no puedo dejar que ganen". Su risa macabra se desvaneció, reemplazada por una expresión de conflicto interno.
Las chicas, sintiendo su vacilación, decidieron aprovechar la oportunidad. "¡Juntas podemos detenerlo!" exclamó Blossom, y las tres se unieron para lanzar un ataque combinado.
Murder Sans, atrapado entre su deber y su deseo de no lastimarlas, se encontró en una encrucijada. ¿Podría realmente derrotarlas sin perder su humanidad en el proceso? La batalla continuaba, pero en su interior, la lucha más grande estaba apenas comenz