Dustbelief Desagrado al oír a Terry decir "Feliz Navidad" y proponer celebrarla, no contiene la risa. Los demás miran a Terry con desprecio indicando que no apoyan su idea.
El ambiente se tornó tenso en la sala. Terry, con una sonrisa inocente, había lanzado su propuesta sin pensar en las reacciones que podría provocar. "Feliz Navidad", había dicho, como si fuera un saludo común, pero la respuesta fue un silencio pesado, cargado de desdén.
Los demás intercambiaron miradas de desaprobación. Algunos fruncieron el ceño, otros simplemente giraron la cabeza, como si el mero hecho de escuchar esas palabras les resultara ofensivo. La idea de celebrar la Navidad parecía un tabú, un tema que preferían evitar a toda costa.
Dustbelief, en particular, sintió un escalofrío recorrerle la espalda. La Navidad, con su carga de recuerdos y emociones, no era algo que quisiera revivir. La risa y la alegría que normalmente acompañan a esta festividad se desvanecieron en el aire, dejando solo un eco de desagrado.
"¿Por qué querríamos celebrar algo tan superficial?", murmuró alguien en el fondo, y las palabras resonaron en la sala como un mantra. La atmósfera se volvió aún más densa, y Terry, al darse cuenta de que su propuesta había caído en un vacío, intentó reírse, pero la risa no llegó.
La incomodidad se palpaba, y Dustbelief se sintió atrapado entre el deseo de apoyar a su amigo y la presión del grupo que lo rodeaba. La Navidad, para muchos, era un recordatorio de lo que habían perdido, de lo que nunca volvería. Y en ese momento, la idea de celebrarla parecía un acto de insensibilidad.
"Quizás deberíamos dejarlo pasar", sugirió Dustbelief, tratando de suavizar la situación. Pero la mirada de desprecio que recibió de sus compañeros le hizo entender que, en ese grupo, la Navidad no era un tema de celebración, sino un recordatorio de lo que preferían olvidar.