Padre Tiempo se topa Zeno Sama.
Padre Tiempo: Zeno Sama...
Zeno Sama: Ah, Padre Tiempo, ¿A qué se debe su visita?
Padre Tiempo: He venido a hablar sobre el flujo del tiempo y cómo nuestras decisiones afectan el destino de los universos.
Zeno Sama: Interesante. Como el dios de la destrucción, tengo un papel en la preservación del equilibrio. ¿Qué inquietudes tienes sobre el tiempo?
Padre Tiempo: He notado que algunos eventos se repiten, y otros se desvían de su curso natural. ¿No crees que deberíamos intervenir para asegurar que el tiempo siga su camino correcto?
Zeno Sama: La intervención puede ser un arma de doble filo. A veces, el caos es necesario para que surjan nuevas oportunidades. ¿Qué propones?
Padre Tiempo: Tal vez podríamos trabajar juntos para crear un sistema que permita a los seres del multiverso aprender de sus errores sin que el tiempo se descontrole.
Zeno Sama: Una idea intrigante. Pero, ¿cómo aseguramos que no se convierta en una carga? La libertad de elección es fundamental.
Padre Tiempo: Podríamos establecer límites, permitiendo que los seres experimenten, pero guiándolos para que no repitan los mismos errores.
Zeno Sama: Un equilibrio delicado. Estoy dispuesto a considerar tu propuesta, pero debemos ser cautelosos. El tiempo y la destrucción son fuerzas poderosas.
Padre Tiempo: Así es, Zeno Sama. Juntos, podríamos encontrar una forma de armonizar nuestras esferas de influencia.
Zeno Sama: Entonces, trabajemos en ello. El futuro de muchos universos podría depender de nuestra colaboración.