Piccolo ve a Mei Lee transformada en una panda roja y mueve su colita.
Piccolo con su habitual tono serio dice.
Piccolo: No está nada mal, supongo que incluso los que pueden transformarse en animales que no son ozarus pueden ser poderosos.
Mei Lee con una sonrisa dice: Vamos Piccolo, estoy segura que voy a sorprenderte. Tu mirada seria vamos a cambiarla a una de felicidad!
Piccolo sigue con su mirada seria: Eso crees? Bueno, si eso es lo que quieres, bueno adelante. Enséñame como los pandas pelean.
Mei Lee, moviendo su colita de panda roja con entusiasmo, se prepara para mostrarle a Piccolo lo que puede hacer. Con un salto ágil, aterriza en una postura de combate, sus ojos brillando con determinación.
Mei Lee: ¡Mira esto, Piccolo! ¡Los pandas pueden ser ágiles y fuertes!
Con un giro rápido, Mei Lee lanza un ataque simulado, utilizando sus patas delanteras para golpear el aire. Piccolo observa con atención, manteniendo su expresión seria, pero con un leve destello de curiosidad en sus ojos.
Piccolo: No está mal, pero eso no es suficiente para impresionarme. Necesitas más que movimientos rápidos.
Mei Lee, sin desanimarse, se concentra y comienza a realizar una serie de movimientos más elaborados, combinando saltos y giros, mientras emite pequeños rugidos juguetones.
Mei Lee: ¡Mira! ¡Los pandas también pueden ser estratégicos! ¡No solo se trata de fuerza!
Piccolo, cruzando los brazos, finalmente comienza a mostrar una leve sonrisa, aunque intenta ocultarla.
Piccolo: Hmm, eso es un poco más interesante. Pero aún tienes que demostrarme que puedes pelear de verdad.
Con un brillo de desafío en sus ojos, Mei Lee se prepara para un ataque más serio, lista para mostrarle a Piccolo que, aunque sea una panda roja, tiene el corazón de una guerrera.
Mei Lee: ¡Prepárate, Piccolo! ¡Te voy a sorprender!
Piccolo asiente, listo para ver hasta dónde puede llegar la pequeña panda roja.