Evil Casandra se topa con el monstruo de la playa.
Monstruo de la playa: luchar con ese traje de baño?
Casandra se sonroja y dice: A pesar de estar en la playa, no necesariamente necesito mi sudadera, mi pantalón negro y botas cafés para pelear.
La fantasma de Afrodita sonríe y dice: Así es hermana.
Evil Casandra se siente un poco más segura al escuchar las palabras de la fantasma de Afrodita. Con una sonrisa desafiante, se quita la sudadera y se ajusta el traje de baño, sintiendo la brisa del mar en su piel.
Monstruo de la playa: ¡Eso es más como lo que esperaba! Pero, ¿estás lista para la batalla?
Casandra se coloca en una postura de combate, sus ojos brillando con determinación.
Casandra: ¡Listísima! No subestimes a una guerrera, sin importar su atuendo.
La arena comienza a temblar bajo sus pies mientras el monstruo de la playa se prepara para atacar. Con un rugido, lanza una ola de agua hacia ella, pero Casandra se agacha y esquiva con agilidad.
Fantasma de Afrodita: ¡Recuerda, hermana! La confianza es tu mejor arma. Usa el entorno a tu favor.
Casandra asiente, mirando a su alrededor. Ve una serie de conchas y algas marinas. Con un movimiento rápido, recoge algunas conchas y las lanza hacia el monstruo, distrayéndolo momentáneamente.
Monstruo de la playa: ¡Eso no me detendrá! ¡Prepárate para sentir mi furia!
Casandra sonríe, sintiendo la adrenalina correr por sus venas.
Casandra: ¡No tengo miedo! ¡Es hora de demostrar de qué estoy hecha!
Con un grito de guerra, se lanza hacia el monstruo, lista para enfrentarse a él con todo su poder. La batalla en la playa apenas comienza, y la arena se convierte en su escenario.