Evil Jax mientras está en el torneo de artes marciales, ve a los amigos de Gokú sonriéndole a Gokú y deseándole suerte.
Pomni se despega de los hombros de Jax. Luego le dice en lenguaje de señas.
Pomni: Estás seguro de que quieres enfrentarte a Gokú? Recuerda que Gokú es el guerrero más poderoso que tiene muchas transformaciones, incluso puede ganarle a todos...
Evil Jax: Pomni, para eso sirve el entrenamiento, si no le puedo ganar a Gokú, puedo seguir practicando.
Pomni observa a Evil Jax con preocupación, sus manos se mueven rápidamente en lenguaje de señas.
Pomni: Pero Gokú no es solo un guerrero poderoso, también tiene un corazón noble. No subestimes su determinación y su espíritu de lucha.
Evil Jax sonríe de manera desafiante, cruzando los brazos.
Evil Jax: Lo sé, pero eso no me detendrá. Cada batalla es una oportunidad para aprender y mejorar. Si quiero ser el mejor, debo enfrentar a los mejores, incluso a Gokú.
Pomni se queda en silencio por un momento, considerando las palabras de Jax. Luego, sus manos se mueven de nuevo.
Pomni: Está bien, pero ten cuidado. No dejes que tu deseo de ganar te lleve a hacer algo de lo que te puedas arrepentir.
Evil Jax asiente, su mirada fija en el torneo donde Gokú se prepara para su combate.
Evil Jax: No te preocupes, Pomni. No voy a perderme esta oportunidad. ¡Es hora de demostrar de qué estoy hecho!
Pomni suspira, pero una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro.
Pomni: Entonces, ¡buena suerte! Solo recuerda que la verdadera fuerza no siempre se mide en poder, sino en el corazón que pones en la lucha.
Evil Jax se da la vuelta, listo para entrar al ring, mientras Pomni lo observa con una mezcla de admiración y preocupación. La batalla está a punto de comenzar, y el destino de Jax está en juego.