Vegeta se topa con Komi San.
Komi le dibuja algo a Vegeta y dice "El príncipe de los saiyajines" y un dibujo de Vegeta. Vegeta debido a su orgullo, estaba a punto de arrancar la hoja, pero Gokú interviene y le quita la hoja de papel a Vegeta con un movimiento rápido.
Gokú: Nope! Mejor regálamelo a mí, Komi. Ya sabes como es Vegeta
Komi asiente con una sonrisa tímida, mientras Vegeta frunce el ceño, claramente molesto por la situación.
Vegeta: ¡No necesito que me dibujen! ¡Soy el príncipe de los Saiyajins! No necesito que nadie me lo recuerde con un simple garabato.
Gokú, con su típica sonrisa despreocupada, sostiene el dibujo con entusiasmo.
Gokú: ¡Vamos, Vegeta! ¡Es un gran dibujo! Además, Komi tiene un talento increíble. ¡Mira lo bien que te dibujó!
Vegeta cruza los brazos, intentando mantener su actitud de desdén, pero no puede evitar echar un vistazo al dibujo.
Vegeta: murmurando No es tan impresionante...
Komi, sintiendo la tensión, decide intervenir de nuevo. Con un gesto amable, le ofrece a Vegeta un lápiz y una hoja en blanco.
Komi: con una sonrisa ¿Por qué no dibujas algo tú también, Vegeta?
Gokú se ilumina ante la idea.
Gokú: ¡Sí! ¡Eso sería genial! ¡Podrías dibujar a Goku y a ti peleando!
Vegeta, aunque reacio, siente un pequeño destello de curiosidad.
Vegeta: suspirando Está bien, pero solo porque no quiero que piensen que no puedo hacerlo.
Mientras Vegeta toma el lápiz, Gokú y Komi observan con expectación. La tensión se disipa un poco, y el ambiente se llena de risas y camaradería.
Komi sonríe, feliz de ver a los dos guerreros disfrutando del momento, mientras Vegeta se concentra en su dibujo, tratando de ocultar su orgullo herido.