Mientras Alegría Malvada se aleja, se siente humillada por la "burla" de pan.
La fantasma de Desagrado aparece y la mira con preocupación.
Desagrado: Que pasa? Por que te peleaste con esa niña.
Alegría con desdén: Esa niña creyéndose tan valiente. Lo peor me escupió en la cara. Ella me dijo fea y obvio me enojé. La jalé para que me repitiera lo que me dijo, y sabes que fue? Como te dije, esa niña me escupió en la cara
Desagrado: Eso suena horrible, pero pelear no es la solución. ¿No crees que hay otras formas de manejarlo?
Alegría: ¿Otras formas? ¿Como dejar que me humille? No puedo permitir que nadie me trate así.
Desagrado: Entiendo que te sientas herida, pero a veces, la mejor respuesta es ignorar a quienes buscan provocarte. Ellos solo quieren verte reaccionar.
Alegría: Ignorarla sería como aceptar su burla. No puedo dejar que se salga con la suya.
Desagrado: Pero piensa en lo que realmente importa. ¿Te sientes mejor después de pelear? ¿O solo te sientes más enojada y herida?
Alegría: (suspira) Tienes razón, pero es difícil. No quiero que nadie me vea como una víctima.
Desagrado: No se trata de ser una víctima, sino de ser más fuerte. La verdadera fortaleza está en saber cuándo dejar ir y no dejar que las palabras de otros te afecten.
Alegría: (reflexionando) Tal vez deberías tener razón. Pero, ¿cómo puedo dejarlo ir?
Desagrado: Empieza por enfocarte en ti misma. Rodéate de quienes te valoran y te hacen sentir bien. Y recuerda, lo que piensen los demás no define quién eres.
Alegría: (asintiendo lentamente) Quizás debería intentar eso. No quiero que esta niña tenga poder sobre mí.
Desagrado: Exactamente. La verdadera alegría viene de dentro, no de lo que otros digan. Ahora, ¿qué tal si hacemos algo que realmente te haga sentir bien?
Alegría: (sonriendo levemente) Me gustaría eso. Tal vez un paseo por el parque o escuchar música.
Desagrado: ¡Perfecto! Vamos a dejar atrás esa pelea y a disfrutar de lo que realmente importa.