A Evil Cody les preguntan sobre sus padres.
Cody pone una mirada triste.
Cody: Nunca conocí a mis padres. No sé donde nací, pero fui criado por alguien que desconozco quien fue y al final, murió cuando tenía 13 años.
La tristeza en la voz de Cody era palpable. Sus ojos, que solían brillar con una chispa de malicia, ahora reflejaban una profunda soledad.
Cody: "Crecí en un lugar donde nadie se preocupaba por mí. Aprendí a sobrevivir por mi cuenta, a confiar en mis instintos. A veces me pregunto si mis padres me habrían querido, si habrían estado orgullosos de mí. Pero la verdad es que no tengo respuestas. Solo un vacío que nunca se llena."
Su mirada se desvió hacia el horizonte, como si buscara respuestas en el cielo.
Cody: "La vida me enseñó a ser fuerte, a no depender de nadie. Pero a veces, en las noches más oscuras, la soledad se siente como una sombra que no se va. Quizás por eso me volví... como soy. La rabia y el dolor se convirtieron en mis compañeros."
Con un suspiro, Cody se enderezó, recuperando su fachada de maldad.
Cody: "Pero no me malinterpreten. No necesito compasión. He aprendido a usar mi dolor como una herramienta. Y si hay algo que he aprendido en este mundo, es que la debilidad no tiene cabida."