Ber mientras está ahí, escucha la voz de Sayuka que le dice.
Sayuka con una sonrisa traviesa: Ber, porque no besas a reim-
Ber molesto, por la provocación y a pesar de que Ber le gusta Reimu, no va a tolerar esas faltas de respeto, por lo que la golpea en la cabeza con enojo.
Ber frunce el ceño, sintiendo cómo la frustración burbujea dentro de él. La sonrisa traviesa de Sayuka solo lo irrita más.
Ber: "¡No es momento para bromas, Sayuka! ¡Reimu no es un objeto de juego!"
Sayuka se ríe, frotándose la cabeza donde Ber la golpeó, pero su expresión se suaviza un poco al ver la seriedad en el rostro de Ber.
Sayuka: "Solo estaba bromeando, Ber. Pero, ¿por qué no te atreves a decírselo? Sabes que a Reimu le gustas."
Ber se cruza de brazos, sintiendo un torbellino de emociones. La idea de acercarse a Reimu lo asusta y lo excita al mismo tiempo.
Ber: "No es tan fácil. No quiero arruinar nuestra amistad. Y menos por culpa de tus provocaciones."
Sayuka se acerca un poco más, su mirada se vuelve más seria.
Sayuka: "A veces, hay que arriesgarse. La vida es demasiado corta para quedarse callado. ¿No crees que deberías intentarlo?"
Ber suspira, sintiendo el peso de las palabras de Sayuka. Tal vez tenía razón. Pero, ¿cómo podría dar ese paso sin sentirse vulnerable?
Ber: "Quizás... tal vez lo intente. Pero no prometo nada."
Sayuka sonríe, satisfecha con la respuesta de Ber.
Sayuka: "Eso es todo lo que pido. Solo recuerda, a veces un pequeño empujón es todo lo que se necesita."
Con eso, Ber se queda pensativo, mirando hacia donde está Reimu, sintiendo que su corazón late más rápido. Quizás, solo quizás, era el momento de dejar de lado sus miedos.