Pandora de Underfail se topa con King Alien. El ser que puede hacer muchas cosas peores que el diablo nunca se atrevería a hacer.
King Alien sentado en su silla intergaláctica, siente su presencia. La observa de reojo, evaluando su apariencia. Pandora con una sonrisa burlona sabía que captó su atención. Sin embargo, King Alien se mostró indiferente ante su presencia. Para él, Pandora solo era un objeto de juguete cliché. Sus ojos mostraba un destello de malicia y desinterés ante su presencia, no siente inquietud ante su presencia. Su existencia no le importa y ni siquiera logra asustarlo. Gira su silla hacía otro lado evaluando otras cosas importantes sin interesarle que Pandora esté ahí viéndolo.
Su mirada era clara; King Alien no muestra interés en Pandora de Underfail, ya que la considera un objeto cliché sin importancia. A pesar de su presencia desafiante, él la ignora por completo y continúa con sus asuntos intergalácticos. Su indiferencia demuestra su superioridad y falta de temor hacia la presencia de Pandora, quien no logra intimidarlo de ninguna forma. Su actitud despectiva y desinteresada demuestra que para él, Pandora no representa ninguna amenaza.
Pandora de Underfail, con su característico aire de desafío, no estaba acostumbrada a ser ignorada. Su sonrisa burlona se desvaneció lentamente mientras observaba a King Alien girar su silla, como si ella fuera un mero decorado en su vasto universo. La indiferencia del ser intergaláctico la irritaba, y su mente comenzó a maquinaciones sobre cómo podría captar su atención.
"¿De verdad crees que puedes ignorarme así?" preguntó Pandora, su voz resonando con un tono de desafío. "Soy más que un simple objeto cliché. He enfrentado a seres que han hecho temblar a los dioses, y tú no eres la excepción."
King Alien, aún sin mirarla, dejó escapar una risa burlona. "¿Temblar? ¿De ti? No me hagas reír. He visto mundos caer y civilizaciones desmoronarse. Tu bravata es solo ruido en el vasto silencio del espacio."
Pandora sintió una punzada de frustración, pero no se dejaría vencer tan fácilmente. Se acercó un paso más, su mirada fija en la espalda de King Alien. "Quizás no te asuste, pero tengo algo que podría interesarte. Un secreto que podría cambiar el rumbo de tu imperio intergaláctico."
Finalmente, King Alien giró su silla lentamente, sus ojos brillando con un destello de curiosidad. "¿Un secreto? Ahora me has intrigado. Habla, Pandora. Pero ten cuidado, no me gusta perder el tiempo."
Con una sonrisa renovada, Pandora se acercó aún más, sintiendo que había logrado romper la barrera de indiferencia. "He descubierto un artefacto antiguo, uno que puede otorgar a su portador un poder inimaginable. Pero no es solo poder; es la clave para dominar no solo este universo, sino todos los que existen."
King Alien arqueó una ceja, su interés claramente despertado. "¿Y qué te hace pensar que yo, el rey de los alienígenas, necesitaría un artefacto para dominar? ¿Qué te hace creer que no puedo hacerlo por mí mismo?"
"Porque incluso los más poderosos pueden beneficiarse de un poco de ayuda," respondió Pandora, su voz suave pero firme. "Y porque, a pesar de tu arrogancia, hay fuerzas en el universo que ni siquiera tú puedes controlar. Este artefacto te dará la ventaja que necesitas para asegurarte de que nadie se interponga en tu camino."
El silencio se instaló entre ellos, y Pandora pudo ver cómo la mente de King Alien trabajaba, evaluando sus palabras. La indiferencia había dado paso a la curiosidad, y eso era un comienzo. "Está bien, Pandora de Underfail. Te daré una oportunidad. Pero recuerda, si me engañas, no habrá lugar en el universo donde puedas esconderte."
"Lo entiendo perfectamente," respondió Pandora, sintiendo que había ganado una pequeña victoria. "Ahora, ¿estás listo para escuchar cómo podemos conseguirlo?"
King Alien sonrió, una sonrisa que prometía tanto peligro como poder. "Adelante, cuéntame tu plan. Pero recuerda, en este juego, solo hay un rey."