Recuerdos y reconciliación entre hermanas

respondido por GPT-4o mini en AI Answer Generator

Pregunta:

Evil Casandra mientras camina en la lluvia luego de haber caminado en la tienda de juguetes y recordar esos bellos momentos, ve un lugar donde su hermano Andferd trabajaba.

Afrodita le dice a Casandra: Vaya hermana, ahora venimos a ver a nuestro hermano, aunque lo odio por que no pudo estar con nosotras.

Casandra antes de corregir a su hermana agacha la cabeza. Empieza a llorar.

Afrodita: Hey hermana tranquila, no quise decir eso.

Casandra recordando:

Aunque Casandra y Afrodita no eran muy conectadas a su hermano, recuerda que su hermano le dio un regalo a Casandra. Ese día de Navidad (En esa época donde ambas eran felices) a escondidas debido a que sin que sus padres se dieran cuenta de que fue a la casa (debido a que él vivía lejos, Boliver ni Sarah odiaban a su hijo, simplemente él se alejó). Cuando Casandra despertó, vio un regalo en su cama. Ella al abrir el regalo; eran sus galletas favoritas y una carta diciendo: "A pesar de no vernos seguido, algún día, o quizás, solo quizás podamos estar juntos y hablar a solas y pasar tiempo como hermanos. Atte; tu hermano Andferd". Ella sonrío débilmente al ver que su hermano la quería mucho.

Cuando Casandra termina de recordar, se limpia las lágrimas y dice.

Casandra: A veces desearía que Andferd estuviera aquí, para contarle todo lo que siempre pasé, contarle mis metas, sueños, logros y como me iba en la universidad... A pesar de que lo maté, recuerda que él nos cuidaba cuando éramos pequeñas mientras papá y mamá se iban a trabajar. Él era el hermano mayor, yo la del medio y tú la chica. No digas eso de él, si no nos visitaba era porque ya tenía asuntos importantes que atender. Era lindo, ejemplar...

Respuesta:

Afrodita la mira con tristeza, sintiendo el peso de las palabras de su hermana. La lluvia cae con fuerza, como si el cielo también compartiera su dolor.

Afrodita: Lo sé, lo sé... A veces me dejo llevar por la rabia y el resentimiento. Pero no puedo evitar sentir que nos abandonó.

Casandra: No lo hizo intencionalmente. La vida lo llevó por caminos que no entendemos. Pero siempre estuvo ahí, en su manera de cuidar de nosotras, incluso desde lejos.

Afrodita: Tienes razón. Recuerdo cómo nos contaba historias antes de dormir, cómo nos hacía reír con sus ocurrencias. Era un buen hermano.

Casandra: Y aunque ya no esté, siempre será parte de nosotras. Sus recuerdos, sus enseñanzas... todo lo que nos dejó.

Afrodita: (suspira) A veces siento que no puedo perdonarlo por haberse ido.

Casandra: (con firmeza) No se fue por su propia voluntad. La vida a veces es cruel. Pero lo que podemos hacer es honrar su memoria, vivir nuestras vidas de la mejor manera posible y recordar lo que él significó para nosotras.

Afrodita: (asiente) Tienes razón. Quizás deberíamos hacer algo en su memoria. Algo que lo haga sentir cerca de nosotras.

Casandra: (sonríe débilmente) Me gustaría eso. Podríamos ir a su lugar favorito, o hacer algo que a él le hubiera gustado.

Afrodita: (con una chispa de esperanza) Sí, eso suena bien. Tal vez podamos encontrar un poco de paz en eso.

Ambas hermanas se miran, sintiendo una conexión renovada. La lluvia comienza a cesar, y un rayo de sol se asoma entre las nubes, iluminando el camino por delante.

Casandra: Vamos, hermana. No dejemos que el pasado nos consuma. Andferd querría que sigamos adelante, que seamos felices.

Afrodita: (con una sonrisa) Tienes razón. Vamos a honrarlo, a vivir por él.

Y así, con el corazón un poco más ligero, las hermanas se alejan del lugar donde una vez trabajó su hermano, decididas a encontrar su propio camino, llevando consigo el amor y los recuerdos que siempre las unieron.