Evil Casandra se topa con Slenderman.
Slenderman la observa fijamente.
Evil Casandra se ríe y dice con una voz sensual y seductora.
Casandra: Slenderman... Siempre acechando desde los bosques. Alto y delgaducho.
Slenderman con desprecio: Y tú debes estar muy bonita no?
Casandra se acerca un poco más, su risa resonando en el aire oscuro y denso del bosque.
Casandra: Oh, querido Slenderman, la belleza es solo un velo. Pero dime, ¿qué es lo que realmente buscas en la oscuridad? ¿Un alma que devorar o simplemente compañía en tu soledad?
Slenderman, manteniendo su mirada fija, responde con un tono frío y distante.
Slenderman: No busco compañía, Casandra. Solo cumplo con mi propósito. Pero tú... tú pareces disfrutar del juego.
Casandra se inclina hacia él, sus ojos brillando con malicia.
Casandra: ¿Juego? Oh, esto es mucho más que un simple juego. Es un baile entre la luz y la sombra. ¿Te atreverías a unirte a mí en esta danza?
Slenderman, sin moverse, parece contemplar la propuesta, su figura alargada proyectando una sombra ominosa.
Slenderman: La danza de la muerte no es algo que se tome a la ligera. Pero quizás... un poco de caos no haría daño.
Casandra sonríe, sabiendo que ha captado su interés.
Casandra: Entonces, ¿qué dices? ¿Te gustaría ver hasta dónde puede llevarnos esta noche? La oscuridad puede ser un lugar fascinante si sabes cómo jugar con ella.
Slenderman, por primera vez, parece dudar, su silencio cargado de tensión. La noche se vuelve más oscura, y el aire se llena de una extraña energía.