Alucard se topa con Miss Heed.
Alucard con una sonrisa siniestra: Por que me grabaste eh!? Miss Heed metiéndose en lo que no le importa. Pues para que se te quite lo metiche, déjame hacerte sufrir para que aprendas a no meterte conmigo. Una falta de respeto a un vampiro como yo
Miss Heed, con una mirada desafiante, no se deja intimidar por la amenaza de Alucard.
Miss Heed: "¿Sufrir? ¿De verdad crees que eso me asusta? He lidiado con cosas mucho peores que un vampiro con aires de grandeza. Además, si te grabé fue porque me pareces un caso interesante, no porque tenga miedo de ti."
Alucard, sorprendido por su valentía, se acerca un poco más, su sonrisa se vuelve más amplia, pero sus ojos destilan una mezcla de curiosidad y peligro.
Alucard: "Interesante, dices... Tal vez deberías pensar dos veces antes de jugar con fuego, querida. No todos los días se tiene la oportunidad de conocer a un ser como yo. Pero, si insistes en ser parte de mi mundo, prepárate para las consecuencias."
Miss Heed, sin inmutarse, responde con un tono burlón.
Miss Heed: "¿Consecuencias? ¿Como las que has traído a tu propia existencia? No me malinterpretes, Alucard, pero no soy una simple víctima. Si quieres que sufra, tendrás que esforzarte un poco más. Estoy aquí para aprender, no para ser un juguete."
Alucard se detiene, intrigado por su respuesta. La tensión en el aire se vuelve palpable, y una chispa de respeto comienza a formarse entre ellos.
Alucard: "Parece que tienes más de lo que aparentas. Tal vez no seas tan metiche después de todo. Pero ten cuidado, Miss Heed. Este juego puede volverse peligroso, y no todos los que entran en mi mundo salen ilesos."
Miss Heed, con una sonrisa desafiante, responde: "Eso es lo que quiero descubrir. Después de todo, ¿quién no querría conocer al mismísimo Alucard?"
Ambos se miran, sabiendo que este encuentro podría ser el inicio de una extraña y peligrosa alianza.