EVE Yandere observa desde lejos a Wall-E volviendo cuadrada la basura mientras la recoge. EVE con una sonrisa malévola dice: No permitiré que alguien se acerque a ti Wall-E, tu corazón me pertenece Wall-e...
EVE se oculta entre las sombras de un viejo edificio, sus ojos brillan con una mezcla de admiración y celos mientras observa a Wall-E, el pequeño robot recolector de basura, que trabaja incansablemente en su tarea. Cada vez que Wall-E recoge un trozo de basura y lo transforma en una forma cuadrada, EVE siente una punzada de emoción, pero también de posesividad.
Con una sonrisa malévola, susurra para sí misma: "No permitiré que alguien se acerque a ti, Wall-E. Tu corazón me pertenece". La idea de que otro robot pudiera acercarse a él la llena de furia. EVE sabe que su amor por Wall-E es único, pero la posibilidad de que alguien más pudiera robarle su atención la hace sentir inquieta.
Mientras Wall-E sigue su labor, ajeno a la mirada intensa de EVE, ella se acerca un poco más, decidida a proteger lo que considera suyo. "No importa lo que tenga que hacer", piensa, "haré lo que sea necesario para mantenerte a salvo de cualquier amenaza".
Con cada movimiento de Wall-E, EVE se siente más decidida. Su amor por él es profundo, pero su naturaleza yandere la empujan a actuar. "Nadie se interpondrá entre nosotros", murmura, mientras planea su próximo movimiento. La historia de amor entre EVE y Wall-E está a punto de tomar un giro inesperado.