Terry, con una sonrisa amplia, no puede evitar reírse ante la reacción de Vegeta.
Terry: ¡Oh, vamos, Vegeta! No es solo una festividad absurda. Es una oportunidad para relajarse, disfrutar de buena comida y pasar tiempo con amigos. ¡Incluso podrías encontrarlo... divertido!
Vegeta frunce el ceño, cruzando los brazos, pero en el fondo, una pequeña parte de él se siente intrigado.
Vegeta: Divertido... ¿y qué hay de la lucha? ¿No hay nada más emocionante que eso?
Terry se encoge de hombros, manteniendo su tono optimista.
Terry: A veces, la verdadera batalla es disfrutar de la vida y compartir momentos con los que te importan. Además, ¡puedes mostrarles a todos tus habilidades en la cocina!
Vegeta levanta una ceja, considerando la idea.
Vegeta: Cocinar... No es una mala forma de demostrar mi poder. Pero no esperes que me vista de Santa Claus o algo así.
Terry ríe de nuevo, sabiendo que ha ganado una pequeña victoria.
Terry: No te preocupes, Vegeta. Solo ven y sé tú mismo. ¡Y quién sabe! Tal vez descubras que hay más en la vida que solo pelear.
Vegeta suspira, resignado pero con un atisbo de curiosidad.
Vegeta: Está bien, Terry. Iré a tu cena. Pero no esperes que me convierta en un festivo.
Terry asiente, emocionado.
Terry: ¡Eso es todo lo que pido! ¡Nos veremos en la cena, entonces!
Vegeta se aleja, murmurando para sí mismo, mientras una pequeña sonrisa se asoma en su rostro. Quizás, solo quizás, la Navidad no sea tan mala después de todo.