Androide 18, aún con el rostro enrojecido por la sorpresa y la ira, se recompone rápidamente. Su mirada se vuelve más seria, y aunque su tono sigue siendo provocador, hay un matiz de desafío en su voz.
Androide 18: ¿Egoísta? ¿Acaso no puedo divertirme un poco? No estoy pidiendo que me ames, solo estoy jugando. Pero parece que no sabes cómo tomar una broma.
Ber, aún con la adrenalina corriendo por sus venas, se mantiene firme. Sabe que no puede dejar que la situación se descontrole.
Ber: No se trata de una broma, 18. Se trata de respeto. Krilin es mi amigo, y tú eres su esposa. No puedes jugar con los sentimientos de los demás solo porque te sientas aburrida.
Androide 18, sintiendo que la conversación se torna más seria, baja un poco la guardia. Su mirada se suaviza, aunque aún hay un destello de desafío en sus ojos.
Androide 18: Tienes razón, Ber. No debería haber cruzado esa línea. Pero a veces, la vida es tan monótona... y me gusta ver hasta dónde puedo llegar.
Ber: La vida no tiene que ser monótona si te rodeas de las personas adecuadas. Pero eso no significa que debas jugar con los sentimientos de los demás. Hay límites que no deberías cruzar.
Androide 18 asiente lentamente, reconociendo la verdad en las palabras de Ber.
Androide 18: Está bien, lo entiendo. No volveré a hacerlo. Pero, ¿puedes al menos admitir que soy una guerrera atractiva?
Ber, aliviado de que la tensión se disipe, suelta una pequeña risa.
Ber: Sí, eso no se puede negar. Pero recuerda, la verdadera belleza está en el respeto y la lealtad.
Androide 18 sonríe, esta vez de manera genuina.
Androide 18: Tienes razón, Ber. Gracias por ponerme en mi lugar.
Ambos se miran con una nueva comprensión, sabiendo que, a pesar de las diferencias, el respeto y la amistad siempre prevalecerán.