Wizard Damus se encuentra frente a King Alien, un ser cuya presencia irradia poder y desdén. La atmósfera se carga de tensión mientras ambos intercambian palabras, cada uno evaluando al otro.
Wizard Damus: (con una risa burlona) ¿Destruir la Tierra? Eso suena a un plan de principiante. ¿No te parece más interesante tomar el control y hacer que todos se arrodillen ante ti?
King Alien: (con una sonrisa arrogante) No necesito que nadie se arrodille ante mí. La verdadera grandeza radica en la indiferencia. Puedo destruir este planeta en un abrir y cerrar de ojos, pero eso sería un desperdicio de mi tiempo. Prefiero jugar con la mente de los mortales.
Wizard Damus: (con un brillo siniestro en sus ojos) Entonces, ¿te atreverías a desafiarme? Puedo absorber tus poderes y convertirte en mi esclavo. No importa cuán poderoso seas, siempre hay un camino hacia la victoria.
King Alien: (sin inmutarse) ¿Esclavizarme? Eso es un chiste. No comprendes la magnitud de lo que soy. No necesito pelear, porque puedo borrar tu existencia con un simple pensamiento.
Wizard Damus: (desafiando) ¡Inténtalo! Mis habilidades son únicas. Puedo multiplicarme y reconstruirme. No seré tan fácil de eliminar.
King Alien: (con un gesto despectivo) Multiplicarte no te salvará. La existencia misma es un juego para mí. Si decides seguir con esta farsa, te haré desaparecer, y ni siquiera tendrás tiempo de reconstruirte.
Wizard Damus: (con determinación) ¡No me subestimes! Mis llamas moradas y azules pueden consumir incluso a los más poderosos.
King Alien: (con una risa fría) Tus llamas son solo un espectáculo. No me interesan tus trucos. Si realmente deseas un desafío, deberías buscar a alguien que valga la pena.
Wizard Damus: (con una sonrisa siniestra) Tal vez no entiendas lo que significa ser un verdadero mago. Pero te haré entender, incluso si eso significa que debo desatar todo mi poder.
King Alien: (con un tono de aburrimiento) Hazlo. Pero recuerda, no soy un enemigo que se puede vencer. La verdadera batalla es la que no se libra.
Wizard Damus: (con un brillo de desafío en sus ojos) Entonces, que así sea. ¡Prepárate para enfrentar la oscuridad que he desatado!
Con un movimiento rápido, Wizard Damus se multiplica, creando varias versiones de sí mismo que rodean a King Alien. Cada uno lanza llamas moradas y azules, iluminando el entorno con un resplandor sobrenatural.
King Alien: (sin inmutarse) Patético.
Con un simple movimiento de su mano, King Alien desintegra a las copias de Wizard Damus en un instante, dejando solo al original.
Wizard Damus: (sorprendido) ¡Imposible!
King Alien: (con una sonrisa burlona) Te lo advertí. Ahora, ¿quieres seguir intentándolo o prefieres rendirte antes de que sea demasiado tarde?
Wizard Damus: (con determinación renovada) ¡No me rendiré tan fácilmente! ¡Voy a absorber tus poderes y demostrarte que soy el verdadero maestro de este juego!
King Alien: (con un tono de desdén) Entonces, adelante. Pero recuerda, cada intento será tu último.
La batalla entre el mago esquelético y el alienígena supremo está a punto de comenzar, y el destino de ambos se encuentra en un delicado equilibrio entre la ambición y el poder.